En una carta enviada a Radio Bío-Bío, el empresario Francisco Javier Errázuriz desmintió esta tarde que el gobierno desconociera el ingreso de los trabajadores paraguayos que se desempeñaban en su propiedad -por los cuales fue acusado de trata de personas- y lanzó durísimas críticas contra la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, y contra la administración del presidente Sebastián Piñera.
En la misiva de una carilla titulada “A la ministra Evelyn Matthei y a los chilenos”, el cuestionado empresario asegura que el gobierno no sólo sabía del ingreso de los ciudadanos paraguayos, sino que el Ministerio del Interior instruyó al Gobernador de Pichilemu para agilizar los trámites.
“Matthei sostiene que el Ministerio del Interior ha negado que haya conocido la situación del ingreso de los paraguayos, en circunstancias que tengo timbradas cartas de ese Ministerio que siempre colaboró en facilitar la llegada de de esos ciudadanos de un país hermano que, posteriormente, serían contratados y podrían colaborar en el desarrollo de Chile, incluso recomendándome el Ministerio del Interior que tramitara para ellos la Visa MERCOSUR, por su mayor rapidez, instruyendo así al Gobernador de Pichilemu”, relata Errázuriz.
“Lo anterior resultaba urgente ya que muchos de los paraguayos tenían nociones de carpintería y construcción, tarea urgente después de un año del terremoto en que aún no se entregan sino que “papelitos” (sic) en lugar de las casas que requieren los damnificados”, agrega.
El ex Senador y ex candidato presidencial aprovechó también la instancia para acusar a la ministra Evelyn Matthei de criticar la inmigración por racismo, y de recordar su vínculo con la Dictadura, en la misiva con copia a los presidentes de Fedefruta, Asoex y la SNA; Antonio Walker, Ronald Brown y Luis Mayol, respectivamente.
“La Ministra del Trabajo no quiere que en Chile hayan inmigrantes que vengan a trabajar para hacer más grande a nuestra patria. Demuestra con ello que sus raíces no se encuentran aquí -sino que en el país de origen de su familia-, que no es Chile, y que en ella como descendientes de inmigrantes alemanes prima el “jus sanguinis”, por sobre sobre el “jus soli”. En otras palabras, prima en ella su sangre, por sobre nuestro suelo patrio”, alegó.
“Los ‘Chicago Boys’, -dentro de los cuales se clasifica la Ministra Matthei-, creen que todavía gozan del periodo de la dictadura militar de la cual formaron parte y que defendieron con dientes y muelas. Por eso, insta a los empresarios a ‘apuntar con el dedo’ a quienes no les son solícitos chupamedias”.
Los que somos liberales no necesitamos matar gente para imponer nuestros pensamientos. Somos respetuosos de la dignididad de las personas y tratamos de convencer a los demás de la bondad de nuestras iniciativas innovadoras”, asevera Errázuriz.
“Pido a todos los chilenos ‘apuntar con el dedo’ a quienes desarrollan abusivas prácticas aprovechándose de su cargo, como las que pretende Matthei, quien nunca se ha caracterizado por su buen criterio ni por su lealtad, situación de la cual ella no tiene culpa pues ‘lo que se hereda no se hurta’. Recordemos como actuaba el miembro de la junta de gobierno del dictador Pinochet -quien suplantó en su cargo al general Gustavo Leigh- para después morder la mano de quien lo alimentó y promovió”, señaló en referencia a su padre, el general Fernando Matthei.
Pero el ex parlamentario fue más allá, al criticar directamente la gestión y la persona del presidente Sebastián Piñera, a quien calificó no como un empresario sino como un mero “especulador”.
“Los subsidios y la mala gestión es la nota que ha prevalecido durante el primer año del Gobierno de Piñera, demostrando así que éste nunca ha tenido la condición de empresario -que son aquellas personas que saben emprender, crear y realizar- sino que tan sólo destaca por su eficiente labor de especular, que son aquellos que compran paquetes accionarios minoritarios de actividades que otros emprenden para después lograr ganancias al momento de la venta de una parte minoritaria de empresas que otros han desarrollado”, sentencia.
Carta de Francisco Javier Errázuriz enviada a La Radio: