Los socialistas franceses respiraban aliviados el viernes después de que un juez neoyorquino autorizó liberar bajo fianza a Dominique Strauss-Kahn inculpado de intento de violación, el mismo día en que el director del FMI renunció a ese cargo que desde 1945 ocupa un europeo.
“Estoy feliz y aliviado (…) Para sus amigos era doloroso imaginarlo en una cárcel como Rikers” Island, afirmó el viernes el diputado socialista Pierre Moscovici, uno de los más cercanos al dirigente francés, que hasta el sábado pasado era favorito a las elecciones presidenciales francesas de 2012.
El juez neoyorquino Michael Obus otorgó a Strauss-Kahn, de 62 años, la libertad bajo fianza de un millón de dólares y un depósito de garantía de cinco millones de dólares en medio de estrictas condiciones de arresto domiciliario.
Moscovici admitió que aunque se le otorgó la libertad bajo fianza “fue inculpado” por hechos “graves”. “Ahora esperamos la verdad”, agregó.
DSK, como se le conoce en Francia, fue inculpado formalmente de siete cargos, entre éstos intento de violación en primer grado, agresión sexual y retención, por los que podría ser condenado a 74 años de cárcel.
“Humanamente es una satisfacción”, afirmó otro tenor socialista, Claude Bartolone, interrogado sobre la decisión judicial que beneficia a Strauss-Kahn, que el viernes abandonará la cárcel de Rikers Island, donde está alojado desde el lunes.
Su detención provocó un terremoto en el seno del Partido Socialista francés semanas antes de iniciar el proceso de elecciones primarias que elegirá al candidato que según las encuestas disputará la presidencia de Francia al conservador Nicolas Sarkozy, reactivando viejas ambiciones que parecían aplacadas por el peso de Straus-Kahn en las encuestas.
“No entiendo a quienes entierran tan pronto a Dominique Strauss-Kahn”, sostuvo el viernes el socialista Jean-Paul Huchon en alusión a Ségolène Royal.
“Habría que pasar a otra cosa”, sostuvo Royal que aspira a ser nuevamente la candidata socialista a la presidencia aunque los sondeos no parecen darle la razón.
Según una encuesta del instituto TNS-Sofres su ex pareja, Francois Hollande, lidera la lista de aspirantes con posibilidades de convertirse en presidente de Francia con el 38% delante de la primera secretaria socialista, Martine Aubry con el 18%. Ségolène Royal les sigue lejos con un 8%.
La carrera por la sucesión de Strauss-Kahn alcanzó inmediatamente al Fondo Monetario Internacional (FMI) organismo que dirigía desde septiembre de 2007.
Tras renunciar al cargo de director gerente que desde fines de la Segunda Guerra Mundial ocupa un europeo cobró fuerza la candidatura de la actual ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, pese a los reclamos de las economías emergentes por ocupar ese puesto.
China, Brasil, México y Argentina reclaman la aplicación de otros criterios que no sean el geográfico y piden transparencia en la elección.
Aunque Europa tiene un peso considerable en el consejo de administración del FMI en términos de derecho a voto, la candidatura de Lagarde podría verse empañada por un asunto judicial, advierte el viernes la prensa francesa.
La ministra podría ser acusada de “abuso de autoridad” en un litigio judicial en el que intervino su cartera y que benefició al empresario francés Bernard Tapie a quien el Estado pagó 385 millones de euros.
Un diplomático europeo citado el viernes por el diario Liberation considera que “Christine Lagarde es una apuesta arriesgada por parte de la UE”.
“Es el momento de cambiar la tradición (…) el mérito es más importante que la nacionalidad”, afirmó el viernes en París el secretario general de la Organización para Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el mexicano Angel Gurría.