El acelerador de partículas más potente del mundo podría permitir saber de aquí a 2012 si existe o no el bosón de Higgs, una partícula clave buscada desde hace décadas, indicaron el martes físicos.
“Tengo esperanzas que de aquí a fines de 2012 tengamos una respuesta a la pregunta de Shakespeare sobre el bosón de Higgs: ¿ser o no ser?”, declaró Rolf-Dieter Heuer, director general del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) en una conferencia de prensa en la Royal Society, la academia de ciencias británica.
¿Por qué algunas partículas tienen masa? El asunto preocupa a los físicos desde hace décadas. En 1964, el británico Peter Higgs supone la existencia de una partícula que daría su masa a las otras.
Este bosón de Higgs hasta ahora imposible de detectar es una de las últimas piezas faltantes del Modelo Standard, teoría elaborada hace unos 40 años por los físicos para describir todas las partículas y fuerzas del universo.
Una de las primeras tareas asignadas desde 2008 al Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN, el acelerador de partículas más potente del mundo, fue progresar en la búsqueda de ese hipotético bosón para resolver uno de los grandes enigmas de la física.
“De aquí a fines de 2012, o hemos descubierto el bosón de Higgs del Modelo Standard, si existe, o descartaremos su existencia”, declaró Fabiola Gianotti, portavoz del más grande colisionador, de nombre Atlas, del CERN.
En el LHC (Large Hadron Collider), haces de protones son acelerados a velocidades cercanas a la de la luz en un anillo de 27 km de diámetro, situado a 100 metros de profundidad debajo de la frontera franco-suiza.
Circulando en sentido opuesto, los protones entran en colisión al nivel de los detectores gigantes que analizan los haces de partículas subatómicas creadas por esos choques a temperaturas muy elevadas (hasta 100.000 veces la del sol).
El objetivo es recrear las condiciones de energía intensa de las primeras fracciones de segundos después del Big Bang, hace 13.700 millones de años.
De esta sopa primordial pueden surgir nuevas partículas que podrían resolver misterios y ampliar nuestra comprensión fundamental de la materia, esperan los científicos.
Otros enigmas distintos al del bosón de Higgs siguen pendientes. La materia conocida sólo representa 4% del contenido del universo. Los físicos buscan partículas “supersimétricas” que puedan explicar la “materia negra”, que constituiría el 23% del universo. El resto se atribuye a una “energía negra” también desconocida.
Oficialmente inaugurado en septiembre de 2008, el LHC tuvo que ser cerrado durante catorce meses tras una serie de problemas técnicos, antes de ser puesto en funcionamiento de nuevo en 2009.
Europa, con el LHC, y Estados Unidos, con el Tevatron del Fermilab de Chicago, se han lanzado en una competencia para descubrir el bosón de Higgs, lo que podría ser coronado con un premio Nobel.
A fines de abril, habían circulado rumores, según los cuales el CERN habría detectado la sombra de un bosón de Higgs.
Pero se trataba de un resultado provisional parcial, objeto de filtraciones en un blog internet, que resultó falso, precisó Gianotti.
“Era falso”, dijo. “No tenemos ninguna prueba de un bosón de Higgs, desgraciadamente”, agregó, justificando la prudencia del CERN por la preocupación “de no difundir resultados falsos”.
Determinar que el bosón de Higgs no existe sería también un éxito, incluso si eso cuestiona el Modelo Standard, subrayó Heuer.