El Gobierno japonés aprobó este viernes una partida presupuestaria de cuatro billones de yenes (48.000 millones de dólares) para financiar las primeras necesidades de la reconstrucción en el noreste del país arrasado por un sismo y un tsunami, anunciaron los medios de comunicación.
Estos créditos suplementarios, que completan el presupuesto inicial para el año presupuestario actual (1 de abril – 31 de marzo), debe ser aprobado por el Parlamento para quedar adoptado definitivamente. El examen del texto debería empezar el 28 de abril.
Este suplemento comprende 14.600 millones de dólares para la reparación de infraestructuras públicas, 4.375 millones de dólares para la construcción de viviendas provisionales, además de sumas destinadas al tratamiento de escombros, restauración de centros escolares y refuerzo de su protección parasísmica.
“La partida global es muy importante comparada con el presupuesto inicial de reconstrucción tras el sismo de Kobe (oeste) en 1995, que fue de 1,223 billones de yenes”, recordó la televisión pública NHK.
El Gobierno de centro-izquierda de Naoto Kan evalúa en 25 billones de yenes los destrozos producidos por la catástrofe, sin contar el lucro cesante para las empresas perturbadas desde entonces por cortes de luz ni las consecuencias del accidente nuclear de Fukushima.
Para evitar un mayor endeudamiento del Estado, el Gobierno ha prometido no emitir nuevas obligaciones para financiar estos gastos imprevistos cuando la deuda pública japonesa se acerca al doble de su PIB anual.
El Gobierno economizará arañando en otras partidas, con el abandono de un aumento de los subsidios familiares, la suspensión parcial de la gratuidad de las autopistas y la reducción de la ayuda para el desarrollo a otros países.
El terremoto de magnitud 9 registrado el 11 de marzo y sobre todo el tsunami que siguió dejaron unos 28.000 muertos y desaparecidos en el noreste.