Al menos 200 personas han muerto en Siria desde el inicio del movimiento de protesta contra el régimen el 15 de marzo, en su mayoría víctimas de las fuerzas de seguridad o de policías vestidos de paisano, denunció este jueves Amnistía Internacional en un comunicado.
La organización de defensa de los derechos humanos con sede en Londres dijo que ha recibido una lista nominativa de al menos 200 personas muertas durante las manifestaciones, aunque “el número real podría ser mucho más elevado”.
“La mayoría murió por disparos de las fuerzas de seguridad o de hombres de civil que actuaron a su lado y utilizaron balas reales, por mucho que el gobierno afirme que los principales responsables son grupos armados de la oposición”, dijo Amnistía Internacional.
Las afirmaciones y desmentidos del gobierno “son abrumadoramente contradichos por los partes de testigos que hemos recibido” de los polos del movimiento de protesta, a saber, Deraa (sur), Damasco, Latakia y Banias (noroeste), afirma Malcolm Smart, director de Amnistía Internacional para Oriente Medio y África del Norte.
“Esos testimonios hablan de francotiradores del gobierno que disparan contra los manifestantes, y del uso de la fuerza, que ha provocado muertos ilegítimos”, añade.
“Para determinar la verdad, hay que efectuar urgentemente una investigación independiente, completa y profunda”, sostiene.
El régimen sirio afronta desde el 15 de marzo un movimiento popular de protesta sin precedentes, inspirado en las rebeliones en otros países árabes. La represión de los manifestantes se cobró decenas de víctimas en Deraa (100 km al sur de Damasco), epicentro del movimiento, y en Banias (280 km al noroeste de Damasco). Las autoridades practicaron decenas de arrestos.
Varios testigos dijeron que las fuerzas de seguridad abrieron fuego en varias ocasiones contra los manifestantes. Las autoridades imputan esos tiros a “bandas criminales”.