El último balance del sismo y el tsunami que afectaron a la costa nordeste de Japón el pasado 11 de marzo es de 6.405 muertos confirmados y 10.259 desaparecidos, anunció este viernes la policía. El número de heridos asciende a 2.409 personas.
La cifra de fallecidos ha aumentado considerablemente en los últimos días y debería seguir subiendo, dado que los servicios de rescate ya no tienen casi ninguna esperanza de encontrar supervivientes entre los escombros.
Tras el caos de los primeros días, se ha puesto en marcha el proceso de identificación de los cadáveres.
Algunos responsables locales expresaron sus temores de que el balance de víctimas sea mucho mayor.
Así, el alcalde de Ishinomaki, una de las localidades más afectadas por el devastador tsunami provocado por un sismo de magnitud 9, estimó que 10.000 de sus conciudadanos siguen desaparecidos, según la agencia Kyodo.