Seúl propuso este miércoles unas negociaciones militares con Pyongyang a partir de febrero, indicaron responsables gubernamentales surcoreanos, que abren así la puerta a la posibilidad de un primer encuentro entre los dos vecinos desde el bombardeo de finales de noviembre.
El Ministerio surcoreano de Defensa indicó que había mandado un mensaje al Norte para proponer la fecha del 11 de febrero para un encuentro en la localidad fronteriza de Panmunjom.
Este primer contacto serviría para definir calendario, agenda y lugar de las negociaciones de alto nivel, añadió el ministerio.
La propuesta de Seúl coincide con la llegada a Seúl del subsecretario de Estado norteamericano James Steinberg, número dos del Departamento de Estado.
Corea del Sur aceptó la semana pasada una propuesta del Norte de iniciar negociaciones militares “a un alto nivel” con el fin de calmar tensiones.
Pero también había advertido de nuevo que el Norte debía admitir su responsabilidad en dos incidentes graves ocurridos en 2010, que empeoraron claramente las relaciones entre el Sur y el Norte en 2010.
En marzo, 46 marinos surcoreanos perecieron en el torpedeo de la corbeta “Cheonan”, atribuido por una investigación internacional a Pyongyang (que lo desmintió). A finales de noviembre, el Norte bombardeó la isla surcoreana de Yeonpyeong, con un balance de cuatro muertos.
Este mismo miércoles, el Ministerio de Unificación surcoreano volvió a instar a Pyongyang a iniciar conversaciones separadas sobre la cuestión nuclear, para mostrar su voluntad de desarme.
China intenta relanzar desde hace meses las negociaciones de los Seis para intentar convencer a Corea del Norte de que abandone su programa nuclear a cambio de una ayuda energética. Estas negociaciones, con Pekin como anfitriona, se encuentran en punto muerto desde que Pyongyang las dejó en abril de 2009.
Seúl desea por su parte una conversaciones intercoreanas sobre este tema.
A mediados de noviembre, el régimen de Pyongyang organizó la visita de un experto norteamericano al emplazamiento nuclear de Yongbyon, vasta planta de enriquecimiento de uranio dotada de más de mil centrifugadoras.
En su visita de mediados de enero a Washington, el presidente chino Hu Jintao se mostró inquieto por primera vez, como Estados Unidos, por esta nueva planta norcoreana de enriquecimiento de uranio.