Treinta y tres personas pertenecientes a la familia del ex presidente tunecino Zine El Abidine Ben Alí fueron detenidas en los últimos días, sospechosas de haber cometido “crímenes contra Túnez”, indicó una fuente oficial a la televisión estatal tunecina.
Esas personas serán juzgadas, indicó la televisión, que no precisó su identidad ni los lazos de parentesco con el ex presidente, que huyó de Túnez hacia Arabia Saudita el viernes 14 de enero pasado.
La televisión difundió imágenes de joyas, relojes y tarjetas bancarias internacionales confiscadas en las casas de los detenidos.
También se confiscaron lapiceras que permitían disparar balas reales, indicó la televisión.
El miércoles, la justicia abrió un expediente por “adquisición ilegal de bienes”, “inversiones financieras ilícitas en el extranjero” y “exportación ilegal de divisas” contra Ben Alí, su esposa Leila Trabelsi y su familia.
La investigación apunta sobre todo a los “hermanos y yernos de Leila Trabelsi, los hijos y las hijas de sus hermanos”, se indicó.
El clan Ben Ali-Trabelsi está acusado de haber saqueado el país en los últimos 23 años. Numerosos palacios y residencias del antiguo clan presidencial fueron saqueados por una muchedumbre hambrienta de venganza.
Francia anunció el miércoles haber tomado las “medidas necesarias” para bloquear eventuales “movimientos financieros sospechosos relativos a los haberes tunecinos en Francia” del clan Ben Ali-Trabelsi. Suiza también decidió bloquear fondos que pertenecen al presidente tunecino y a su entorno.
En un aparente intento de apaciguar a la opinión pública, los ocho ministros del gobierno de transición tunecino miembros del partido de Ben Alí, Reunión Constitucional Democrática (RCD), renunciaron a esa formación, pero buena parte de la población y de la oposición exige su salida del ejecutivo.