El Inter de Milán anunció este viernes el fichaje del brasileño Leonardo como nuevo entrenador del equipo, en sustitución del español Rafael Benítez, pese a su falta de experiencia y su larga estancia en el club rival, Milan, como jugador, directivo y, más tarde, como DT en 2009-10.

“Leonardo firmó el contrato que lo vinculará al Inter hasta el 30 de junio de 2012″, declaró el club italiano y añadió que la fecha de presentación oficial será comunicada en los próximos días.

“Todo el Inter desea la bienvenida a Leonardo”, agregó el conjunto lombardo. “El técnico brasileño dirigirá al equipo campeón del mundo y de Europa a partir de 29 de diciembre, día en el que se regresa a los entrenamientos”.

El presidente del club ‘nerazurro’, Massimo Moratti, prefirió a Leonardo antes que a Walter Zenga, trece años en el Inter como portero, y que a Luciano Spaletti, que llevó al Zénit de San Petersburgo a proclamarse campeón de la liga rusa.

Los doce años que Leonardo pasó en el Milan, cuatro como jugador, siete como dirigente y uno como entrenador, no serían un obstáculo para su contratación, puesto que Moratti le gusta la personalidad del ex futbolista y ahora técnico sudamericano, de 41 años.

El brasileño aguantó el carácter de Silvio Berlusconi, presidente del Gobierno de Italia y propietario del Milan, quien le criticó públicamente la pasada campaña y quien no le renovó pese a dejar al equipo como tercer clasificado de la liga italiana.

“Todo lo que no se le parece, no le gusta”, declaró Leonardo en respuesta al primer ministro italiano el pasado mes de septiembre.

La primera misión del brasileño en el Inter consisitirá en levantar al equipo en el campeonato liguero, en la que el vigente campeón de la Serie A del ‘Calcio’ ocupa la séptima posición, a 13 puntos del líder, el Milan, aunque los ‘nerazzurri’ tienen dos partidos menos.

La otra gran prioridad del Inter pasa por revalidar el título de la Liga de Campeones, en la que los lombardos se enfrentarán al Bayern Múnich los próximos 23 de febrero y 15 de marzo en el marco de los octavos de final, en un duelo que reeditará al final de la pasada campaña.

Como técnico, el brasileño, un políglota capaz de hablar portugués, japonés, francés, inglés e italiano, defiende un juego ofensivo que puede ir bien a un club cuyos jugadores atraviesan una crisis profunda, aunque necesitan enderezar el rumbo, después de haber perdido siete encuentros.

Leonardo llega a un vestuario que no soportaba a Benítez y que deberá recibir bien a una nueva figura al frente del banquillo, sobre todo a alguien como el brasileño, que es amigo desde hace tiempo del capitán del Inter, el argentino Javier Zanneti.

Ambos están implicados en la asociación caritativa del argentino, Pupi.

Benítez ganó la Supercopa de Italia y el Mundial de Clubes, pero su fracaso en la Supercopa de Europa no gustó mucho a su club, además de los malos resultados en la liga italiana.

En Abu Dabi, el técnico español lanzó diatribas a su ex presidente pidiendo refuerzos en el mercado de invierno o que se pusiera en contacto con su representante para llegar a un acuerdo.

El divorcio por “consentimiento mutuo” es costoso, puesto que el club ‘nerazzurro’ deberá pagar entre 4 y 8 millones de euros al técnico español.

Benítez, entrenador desde hace 25 años, sabía que sus quejas podrían conllevar su despido, pese a que dijera sentirse técnico del club días antes de su destitución.

“Aún me siento entrenador del Inter”, señaló Benítez, frente a un despido que Moratti calificó de “inevitable”. “Lamento el final de la relación con Benítez, pero la ruptura se convirtió en algo inevitable”, declaró el presidente del club a la prensa local.