Versiones de la prensa italiana apuntan a que atentado con bomba en la embajada chilena sería en memoria de la muerte del anarquista chileno, Mauricio Morales, fallecido por la detonación de un artefacto explosivo que trasladaba.
Una versión que fue descartada por el embajador de Chile en Italia quien además visitó en el hospital al funcionario herido en la explosión.
La información fue publicada por el diario IL Giornale, que cita al subsecretario del Ministerio del Interior de Italia, Alfredo Mantovano, quien habría explicado a este medio que el atentado contra la embajada chilena respondería a un acto realizado en memoria de la muerte de Mauricio Morales, quien falleció luego de que le explotara una bomba que transportaba en una mochila, en las afueras de la escuela de Gendarmería.
Mantovano argumenta textual, que el atentado respondería a que “en marzo de 2009 en Chile murió un anarquista, Mauricio Morales, que llevaba un explosivo y entró en el panteón del movimiento, mientras que las autoridades chilenas son tratadas como malas y se les hace responsables”, refiriéndose a la muerte del joven.
Una información que fue descartada por el embajador chileno en Roma, Oscar Godoy.
Declaraciones que Godoy entregó luego de visitar al funcionario César Mella, herido tras el ataque. Según el embajador, el empleado se encuentra estable pero continúa choqueado por lo ocurrido, además dijo, hoy se le informó sobre la amputación de dos dedos de su mano derecha lo que empeoró su estado de ánimo.
Agregó que se han tomado medidas de seguridad tales como controlar la correspondencia que ingresa, así explicó que aquella que no es conocida o inmediatamente identificable es guardada en una caja especial y entregada a la policía italiana para su análisis.
Medidas de seguridad que parlamentarios llamaron a revisar en todas las sedes diplomáticas. Así lo señaló el diputado socialista y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, Marcelo Díaz.
En esa línea se manifestó quien preside la misma comisión en el Senado, senador UDI, Hernán Larraín, quien calificó estos actos como “terroristas”.
Ambos apuntaron a actualizar los protocolos de seguridad que fueron analizados tras la invasión de Estados Unidos a Irak.