Las resurrección de Uruguay y la histórica clasificación a cuartos de final de Paraguay en el Mundial de Sudáfrica marcaron a fuego el deporte latinoamericano en el 2010, así como los sonoros fracasos de Argentina y Brasil, que debieron recurrir al hockey sobre césped y al voleibol para festejar.
En la tierra de Nelson Mandela, del 11 de junio al 11 de julio, la celeste resurgió tras varias décadas de ostracismo y, liderada por Diego Forlán -Balón de Oro como mejor jugador del torneo-, llegó a las semifinales del Mundial, en su mejor actuación desde México-1970.
Los liderados por Oscar Tabárez debutaron con un empate ante Francia (0-0), para después golear 3-0 al local Sudáfrica y derrotar a México por 1-0 para quedarse con el primer lugar del Grupo A.
En octavos de final dejaron por el camino a Corea del Sur (2-1), con dos goles de Luis Suárez, y posteriormente acabaron con las ilusiones del continente africano al vencer a Ghana, en el partido más emotivo y dramático del Mundial.
Con el encuentro igualado 1-1, Suárez evitó en el último minuto de la prolongación con sus manos el tanto de victoria africana, lo que le costó la expulsión y un penal para Ghana.
Asamoah Gyan tuvo la gran ocasión de hacer historia y meter por primera vez a un equipo africano en semifinales, pero su remate dio en el travesaño y entonces se debió recurrir a la definición por penales.
Vuelta a la vida, la celeste ganó 4-2 desde los doce pasos con un memorable remate final a cargo de Sebastián Abreu, que picó el balón con clase y frialdad para llevar al delirio a todo el Uruguay y acabar con el sueño de Africa.
En semifinales, Uruguay perdió con Holanda por 3-2 y finalmente terminó cuarto tras caer ante Alemania por 3-2, en otros dos partidos que también estuvieron entre los más emotivos del torneo.
No menos épica fue la actuación de la selección paraguaya en Sudáfrica, que por primera vez llegó a cuartos de final de un Mundial y bien pudo alcanzar las semifinales.
Los dirigidos por el argentino Gerardo Martino terminaron primeros en su serie inicial, tras empatar con Italia (1-1) y Nueva Zelandia (0-0) y vencer a Eslovaquia por 2-0.
En octavos de final vencieron en penales a Japón por 5-3 tras igualar sin goles y en cuartos se vieron las caras con España, a la postre campeón mundial.
En un duro encuentro que ganaron los españoles por 1-0 con un gol de David Villa en posición adelantada a poco del final, Paraguay desperdició la posibilidad de noquear a su rival cuando Oscar ‘Tacuara’ Cardozo dispuso de un penal en el segundo tiempo pero su remate anunciado fue atajado por Iker Casillas.
La contracara de charrúas y guaraníes fueron Argentina y Brasil.
Las grandes potencias sudamericanas llegaron a Sudáfrica a pelear por el título y se fueron sin pena ni gloria, eliminadas en cuartos de final, con sus principales figuras en deuda y sus entrenadores acusados de ser los grandes culpables del fracaso.
Argentina, con el polémico Diego Maradona como DT, había ganado con autoridad su tres partidos de la ronda inicial ante Nigeria (1-0), Corea del Sur (4-1) y Grecia (2-0) y dejó por el camino en octavos de final a México (3-1).
Con un equipo altamente ofensivo y algunos pincelazos de su estrella Lionel Messi, que sin embargo se fue del torneo sin poder anotar un gol, la albiceleste se topó con Alemania en cuartos y sufrió una humillante derrota 4-0 que marcó el final de Maradona como estratega albiceleste.
La misma suerte corrió el Brasil de Dunga, que quedó por el camino en cuartos de final al perder 2-1 ante Holanda, tras terminar ganando 1-0 el primer tiempo, período en el que desplegó su mejor fútbol en el torneo.
Fortalecido por los títulos de la Copa América de Venezuela-2007 y la Copa Confederaciones 2009, Dunga se mantuvo firme en su apuesta al fútbol resultado. Dejó de lado el tradicional ‘jogo bonito’ brasileño, fue duramente criticado por la prensa y la afición de su país, y tras el Mundial fue reemplazado por Mano Menezes.
El fútbol pentacampeón mundial sumó una nueva humillación en diciembre, cuando el Inter de Porto Alegre se convirtió en el primer equipo sudamericano que no llega a la final del Mundial de Clubes.
El ‘colorado’, que había ganado la Copa Libertadores de América tras vencer en la final al mexicano Guadalajara, llegó a Emiratos Arabes en busca de su segundo título mundial, pero fue derrotado en semifinales 2-0 por el sorprendente Tout Puissant Mazembe de la República Democrática del Congo.
El quinto representante sudamericano en Sudáfrica, el Chile de Marcelo Bielsa, prometió más de lo que concretó y volvió a quedar eliminado en octavos de final, donde fue goleado 3-0 por Brasil.
Pese a las expectativas creadas por la gran eliminatoria que había disputado, el Chile de Bielsa no logró superar lo hecho por la ‘Roja’ en su anterior participación mundialista, Francia-1998, en la que dirigida por chileno uruguayo Nelson Acosta también llegó hasta octavos y fue eliminada por Brasil.
México, por su lado, volvió a defeccionar y por quinta vez consecutiva no logró pasar la barrera de los octavos de final, eliminado por Argentina, como hace cuatros años en Alemania.
Los aztecas se habían ilusionado tras empatar 1-1 con Sudáfrica en el partido inaugural del Mundial y acto seguido vencer a Francia por 2-0, pero la derrota ante Uruguay (1-0) en el último partido del Grupo A los relegó al segundo puesto y a cruzarse con los albicelestes.
Honduras, el séptimo seleccionado latinoamericano, pasó desapercibida por el Mundial, en el que perdió ante Chile y España y se despidió con un digno empate sin goles ante Suiza.