Tras el llamado a paralización de la Anef, en la región todos los servicios públicos mantuvieron cerradas sus puertas, mientras que a lo menos por el lunes, los funcionarios de hospitales entregaron la atención normal.
Puertas cerradas y carteles en el ingreso daban cuenta de que este lunes el paro continuó. Fue una tregua que se terminó por la falta de consenso en torno al reajuste al sector público, entre el Gobierno y los empleados fiscales.
Este lunes trabajaron los funcionarios de los hospitales que pertenecen a Fenats, pero los consultorios de la atención primaria municipal sólo presentaron sus turnos éticos. Las reparticiones de la Anef permanecieron cerradas.
Una situación que a juicio de la presidenta de la Anef regional, María Angélica Lara, pudo haberse evitado.
Otro de los puntos que se colocó sobre la mesa de negociación, se refiere a los despidos, a juicio de la dirigenta del Bío-Bío, injustificados, con la desvinculación de personas que llevaban años de servicio público.
La medida de presión se mantendrá firme, sentenció María Angélica Lara, agregando que la Anef participará activamente hasta que el Gobierno entienda las necesidades por las que están movilizándose.