El Gobierno de Cuba liberará “próximamente” al preso político Arnaldo Ramos, quien sería el primero de 13 opositores que rechazan el exilio en ser excarcelado, según informó este sábado la Iglesia a los familiares.
La esposa de Ramos, Lidia Lima, dijo a la AFP haber recibido la llamada de “un monseñor que llamó de parte del cardenal Jaime Ortega para informar que Arnaldo iba a ser liberado próximamente”.
“Estoy muy contenta a la espera, desesperada porque esté en la casa. No vamos a salir del país, somos personas mayores y no podemos empezar vida en ninguna parte”, dijo Lima, una médica jubilada de 70 años.
Su esposo, economista de 68 años y sentenciado a 18 años de prisión, es el mayor del grupo de 75 disidentes arrestados y condenados a entre 6 y 28 años de cárcel en 2003. Es fundador del ilegal Instituto de Economistas Independientes que dirige la opositora Marta Beatriz Roque, y miembro de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil (APSC).
Tras un inédito diálogo entre el cardenal Ortega y el presidente Raúl Castro, el Gobierno prometió liberar a los 52 de ese grupo que quedaban en prisión, en un proceso que comenzó en julio y tenía como plazo máximo cuatro meses, que venció el 7 de noviembre.
Treinta y nueve de los 52 fueron liberados tras aceptar emigrar a España, pero 13 que se niegan al exilio permanecen en prisión, a una semana de expirado el plazo.
Ortega ratificó el viernes a las Damas de Blanco, esposas de presos políticos, el compromiso del Gobierno de completar las liberaciones y les pidió “esperar con tranquilidad”.
La reunión con el cardenal se produjo un día después de que las Damas de Blanco se reunieron con el nuncio apostólico Giovanni Angelo Becciu para pedirle al Papa Benedicto XVI que interceda por los presos políticos.
Otro de los 13, Diosdado González, se declaró el lunes en huelga de hambre por el incumplimiento del plazo, pero desistió 48 horas después luego de que un oficial de la seguridad le comunicó que serán liberados en un lapso de entre 15 días a un mes.
El Gobierno considera a las Damas de Blanco y al resto de los opositores cubanos “mercenarios” de Washington.