Un policía ecuatoriano fue arrestado el lunes debido a que presuntamente trató de arrebatar una máscara antigas al presidente Rafael Correa durante la rebelión de uniformados del 30 de setiembre, informó el subsecretario (viceministro) de Justicia, Eduardo Sandoya.
“Hay la presunción de que él pueda estar involucrado en el intento de arrebatarle la máscara antigas que tenía el presidente al momento en que explotó una granada de gas lacrimógeno (muy cerca de Correa)”, manifestó el funcionario.
El agente del escuadrón antimotines fue detenido cuando acudió a la comandancia de la Policía y fue trasladado a la unidad Judicial para ser sometido a una audiencia de formulación de cargos.
El abogado Edwin Toctaguano dijo que “jamás se procedió a aquello” por cuanto el uniformado al que defiende “el día de los acontecimientos jamás estuvo ahí”.
El pasado jueves la justicia ordenó el arresto temporal de 14 uniformados, incluido un coronel que era el jefe de la escolta legislativa, mientras que el domingo el ministro de Interior, Gustavo Jalkh, anunció que algunos uniformados serían destituidos por la rebelión, que dejó diez muertos y 274 heridos.
Según Correa, unos 1.000 agentes participaron en la insubordinación en rechazo a una ley que eliminó bonificaciones para la fuerza pública, durante la cual el mandatario fue agredido por manifestantes y retenido en un hospital de Quito, de donde tuvo que ser rescatado en una operación militar en medio de un cruce de disparos.
Durante la sublevación, el mandatario denunció que fue secuestrado, además de que hubo un intento de golpe de Estado y de asesinato en su contra.
Correa señaló el sábado que la Policía está siendo sometida a una reestructuración, y que su nuevo comandante, el general Patricio Franco, expresó disculpas públicas tras la rebelión.
La institución “presenta una sentida disculpa al pueblo ecuatoriano y al presidente (…) por los lamentables hechos” que fueron “protagonizados por un grupo de policías”, expresó el oficial.