El comandante de la Policía de Ecuador, general Freddy Martínez, negó que el presidente Rafael Correa esté secuestrado por miembros de esa institución que se rebelaron contra el gobierno por una ley que que les quita beneficios económicos.

“No, no está retenido”, respondió el oficial a la AFP, al ser consultado si el mandatario socialista permanecía secuestrado en el hospital policial.

Correa denunció una tentativa de golpe de Estado en su contra, y dijo que su vida corría peligro, al hablar desde el hospital policial de Quito, donde se refugió tras ser agredido con gases lacrimógenos por los uniformados descontentos.

El vicepresidente Lenín Moreno había señalado previamente que Correa era víctima de una tentativa de secuestro en ese centro médico, donde este jueves se reunía con representantes de los policías rebeldes.

“Un grupo de desadaptados ha intentado secuestrar al presidente de la República”, dijo Moreno a la televisión ecuatoriana desde el puerto de Guayaquil (suroeste), donde esperaba volar a Quito en cuanto se normalice la situación en los aeropuertos.

El presidente venezolano Hugo Chávez afirmó por su parte en Caracas que había hablado con Correa unas cuatro veces y que éste le informó que estaba “secuestrado” en un hospital de la Policía, acompañado por un reducido grupo de colaboradores y que temía por su vida.

Pero el general Martínez, que se mantiene leal al gobierno, aseguró que la seguridad del jefe de Estado “está garantizada” en esa clínica, donde recibe atención al encontrarse convaleciente tras una operación en una rodilla la semana pasada.

“Tenemos que protegerlo. El presidente está en el hospital, está asistido por los médicos del hospital, conozco que su estado es normal”, indicó el oficial, que en la mañana intentó conjurar la protesta pero no fue escuchado por sus subalternos.