La enfermedad de Parkinson podría detectarse antes de su desarrollo, e incluso ser controlada por tratamientos existentes, indicó este jueves a la AFP el autor de un estudio de la Universidad de Columbia en Nueva York.
Publicado esta semana en la revista científica estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences, el estudio destaca el papel que cumplen en la enfermedad de Parkinson las poliaminas, proteínas ya conocidas por favorecer la proliferación de células cancerosas.
“Al medir el nivel de poliaminas en la sangre y la orina, se podría detectar la enfermedad muy pronto y vigilar mejor su progresión”, explicó el doctor Scott Small, principal autor del estudio.
Según las experiencias llevadas a cabo por los investigadores de Columbia, una tasa elevada de poliaminas en el cerebro favorece la neurodegeneración que caracteriza a esta enfermedad, en la actualidad sin cura, que se manifiesta por temblores, una pérdida del equilibrio y la coordinación, así como rigidez en los miembros y el tronco.
Al estudiar el cerebro de pacientes con Parkinson, los investigadores descubrieron que una tasa elevada de poliaminas puede provenir de la deficiencia de una enzima llamada SAT1.
Efectuaron entonces pruebas sobre ratones con los síntomas del Parkinson, a quienes se les administró un tratamiento que simula la actividad de esta enzima la tasa de poliaminas disminuye y la enfermedad es controlada.