A la Confederación de Trabajadores Forestales también le preocupa la huelga de hambre que 34 mapuches llevan adelante hace 67 días. Y así lo hicieron presente a través de una declaración pública en que hacen un símil de lo que vive el pueblo mapuche con la situación que han enfrentado los trabajadores forestales.
Según informó Tribuna del Bío-Bío, “Los trabajadores forestales también hemos sufrido la injusticia y la impunidad de parte de las leyes chilenas, como ocurrió con el asesinato de nuestro compañero Rodrigo Cisternas, obrero forestal de 26 años el 3 de mayo de 2007, donde la Fiscalía Militar determinó que no había responsables por parte de carabineros en este crimen y cerró el caso sin hacer justicia, al parecer las balas que mataron a nuestro compañero Rodrigo se dispararon solas”.
Para la CTF, los mapuches no son terroristas, sino que “sólo están reclamando lo que les pertenece, las tierras que les fueron usurpadas mediante engaños y subterfugios legales para ser traspasadas a latifundistas y grandes empresas, como Arauco, Mininco y otras”.
Por ello, la Confederación Forestal considera que las empresas forestales también son responsables de esta situación ya que al quedar sin tierras, muchos mapuches debieron emplearse en las empresas contratistas de las grandes forestales “y hoy son socios de nuestra Confederación y merecen nuestra solidaridad y respaldo”.
“Lo que nosotros vemos tras el conflicto mapuche, es la voracidad empresarial que se propone sacar del campo a los mapuches o arrinconarlos en tierras estériles, para llevar adelante las inversiones de las grandes empresas forestales y mineras”, declara la CTF.
Junto con ello, la organización valora la participación del Arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati como facilitador del diálogo entre los mapuche y el gobierno “ya que conocemos su dedicación y manejo en situaciones difíciles, ya que también le correspondió jugar ese mismo papel en el conflicto que los trabajadores forestales tuvimos con la empresa Arauco, en mayo de 2007”.
En ese sentido, la CTF se suma al llamado al gobierno a instalar cuanto antes la mesa de diálogo, para buscar soluciones y “no seguir dilatando un tema que puede tener costos muy grandes en vidas humanas y en la imagen internacional de nuestro país”.
Avanzar a una convivencia fraterna
En tanto, el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile, que preside el Obispo de Rancagua, Alejandro Goic, expresó su pleno respaldo a las gestiones que realiza el Arzobispo de Concepción, en colaboración con el Obispo de Temuco, Manuel Camilo Vial, “como un servicio para facilitar el pronto establecimiento del diálogo entre las partes involucradas y el cese de la huelga de hambre”.
Sin embargo, también hace presenta que este empeño no se puede limitar solo a la resolución de este conflicto en particular, sino que debe apuntar a los temas de fondo, dando “pasos significativos para avanzar en una convivencia fraterna, justa y pacífica entre todos quienes vivimos en nuestro querido Chile”.
En momentos en que el país se apresta a celebrar las Fiestas Patrias del Bicentenario, agregan los obispos, “invitamos a todos a reflexionar sobre el valor de la vida y del diálogo como fundamento de nuestra convivencia. Nada se gana cuando se posterga o se obstaculiza el diálogo, pues las personas quieren ser escuchadas en una sociedad organizada, que necesita entenderse mejor”.