En el mes de julio comenzaron a instalarse desde constitución hasta el Golfo de Arauco las 20 estaciones prestadas por la Universidad Nacional del Océano de Taiwán, gracias a la amistad del doctor Víctor Gallardo, oceanógrafo de la Universidad de Concepción y del profesor Chao Shing Lee, quienes gestionaron la llegada al país de las estaciones de casi 40 mil dólares de costo.
En el mes que estuvieron monitoreando movimientos telúricos, una de las estaciones presentó fallas y dos de ellas simplemente se perdieron en el océano, sin embargo las 17 restantes captaron importante información en los chips de que disponen, por lo que la investigación fue todo un éxito, tal y como los explica el Profesor, Víctor Gallardo.
Pero lo más importante del estudio lo constituye la posibilidad de que se puedan construir una red de estaciones submarinas, conectada con la terrestre a través de cables especiales, lo que podría adelantar casi treinta segundos la ocurrencia de terremotos y hasta media hora la de un maremoto, lo que ya fue informado al parlamento.
Para que la red de cables de percepción remota submarina se concrete es necesario contar con profesionales capacitados, lo que ya comenzó a ser evaluado en la casa de estudios penquista, mientras que los caros artefactos, dentro de las próximas horas deberían estar retornando a Taiwán.