Científicos del Centro Alemán de Investigaciones Geocientíficas detectaron con anterioridad al terremoto en nuestro país las zonas de una falla donde se hallaron aumentos de presión, según la última publicación de la revista Nature. Lo anterior, significa que dicha falla causante de la catástrofe se deformó antes del sismo.

Un moderno sistema de monitorización permitió capturar la deformación previa al terremoto y, de paso, se convirtió en una oportunidad única para que los científicos pudieran evaluar su habilidad para anticipar cuándo este tipo de acumulaciones de presión generarán una actividad telúrica.

Para analizar las citadas fallas, los científicos analizaron las observaciones de las llamadas “asperezas” –determinadas zonas de una falla que no se desplazan tanto como otras- como los potenciales lugares en los que se podrían generar liberaciones de presión como, por ejemplo, la acontecida en Chile el pasado 27 de febrero.

Pero el segmento de la zona de subducción andina que se fracturó el pasado febrero es conocido por estar en una gran “brecha sísmica” que no se había roto desde 1835, por lo que el terremoto no era algo impredecible para los investigadores. De hecho, ellos esperaban que aconteciera un gran sismo en un futuro cercano.

Zona de subducción | comunidadandina.org

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Junto con ello, los especialistas alemanes elaboraron un mapa del segmento Concepción-Constitución referido a la falla en nuestro país. Esto, combinando las observaciones obtenidas por un GPS, correspondientes a los últimos 10 años, con un modelo de la zona de abducción andina.

Así, descubrieron que las citadas “asperezas” se correlacionaban con las porciones que liberaron más energía durante el terremoto de 8.8 grados, lo que sienta un precedente en estas materias. Con ello, el estudio sienta la posibilidad de que los mapas como el utilizado permitan identificarlas, lo que sería de gran utilidad para anticipar patrones de liberación energética en variadas brechas sísmicas durante el futuro.

Gracias a los nuevos avances en tecnología satelital y en modelos numéricos, los científicos pueden observar las deformaciones que se producen entre los segmentos desde la Tierra. De este modo, lograrían hacer estimaciones sobre qué partes de la falla van acumulando más presión y cuáles espacios comienzan a deslizarse lentamente en torno a las “asperezas”.