El subsecretario del Trabajo, Bruno Baranda, quien viajó hasta Región de Atacama para interiorizarse de las labores de rescate de los 33 mineros atrapados en la mina San José, se reunió este jueves con diversos jefes de servicio de la zona, con el fin de coordinar las tareas que se implementarán y que irán en directa ayuda de los trabajadores afectados por el derrumbe del yacimiento.
Inmediatamente después, el subsecretario se trasladó hasta las dependencias de la Dirección Regional del Trabajo, donde conversó con los dirigentes de los dos sindicatos de la minera San Esteban y representantes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
En la ocasión, Baranda se comprometió con ellos en tres temas: defender la vida, salud y seguridad de los trabajadores; asegurar el pago de remuneraciones a los familiares de los mineros accidentados y a los demás funcionarios de la empresa, y mantener todo el apoyo del Gobierno a través de su ministra del Trabajo, Camila Merino, con los trabajadores, los familiares y su protección laboral.
“Nuestra principal preocupación en estos momentos es garantizarle a los trabajadores sus sueldos y los adelantos en dinero que les corresponde. No descansaremos en proteger las condiciones laborales de los mineros”, aseguró el subsecretario del Trabajo.
Respecto a la situación de los empleados de las otras empresas mineras, la autoridad anunció que la Dirección del Trabajo reforzará la fiscalización en la zona.
“Uno de las principales preocupaciones de este ministerio es la situación laboral tanto de los mineros atrapados como el resto de mineros que en este minuto ven peligrar su trabajo”, enfatizó la autoridad, ante la preocupación de los dirigentes por el inminente cierre de la mina y, por ende, la pérdida de sus puestos laborales.
Durante la tarde, Baranda, se dirigirá hasta la Mina San Esteban donde sostendrá una reunión con los empleadores del yacimiento para conocer la realidad laboral de los trabajadores.