Muros caídos en algunos penales como el de Talca, es la realidad que vive el sistema penitenciario en nuestro país, el cual está sobrepasado debido al traslado de reos de los recintos más afectados a otras ciudades lo que aumenta el hacinamiento.
Por estos motivos los gendarmes expresaron su preocupación por la seguridad que viven los internos y los propios funcionarios, como explicó el presidente de la entidad que los agrupa, ANFUP, Pedro Hernández.
Todo esto dificulta el trabajo que llevan a cabo los funcionarios de Gendarmería, agregó por su parte el presidente de la Agrupación de Oficiales de la Institución, Cristián Alvear.
El mayor indicó que el trabajo se realiza al límite intentando maximizar los recursos con que cuentan para además mantener la disciplina, cuando la población penal sobrepasa con creces el número de funcionarios.
Los dirigentes de los oficiales y los funcionarios de Gendarmería coinciden en que el sistema está al límite y que se requiere la reparación de los penales afectados por el terremoto que suman 10 en la zona afectada.
Además manifiestan la urgencia de disminuir la sobrepoblación, que en algunos casos llega al 250%, como es el caso del Centro de Orientación Femenino de San Joaquín.