Más de 20 civiles murieron en un atentado suicida con coche bomba contra las fuerzas de la OTAN al oeste de Kabul reivindicado poco después por los talibanes, indicó a la AFP el general Ahmad Zia Yaftali, médico jefe del ejército afgano.
“Por el momento tenemos 5 cuerpos que fueron llevados al hospital, pero el número de muertos es superior a 20. Son todos civiles. El balance de muertos es muy elevado”, declaró el general Yaftali.
Anteriormente, el portavoz del ministerio del Interior, Zemaray Bashary había indicado que el atentado contra las fuerzas de la OTAN se produjo frente a un hospital.
“Hay civiles muertos y civiles heridos. No se sabe aún cuantas víctimas hay”, había señalado.
“Reivindicamos este ataque. El ataque que era un atentado suicida con coche bomba fue perpetrado por nuestro muyahidín (combatiente de la guerra santa)”, anunció por teléfono a la AFP un portavoz de la comandancia de los insurgentes, Zabihullah Mujahid.
El ataque estaba dirigido contra los “invasores de la OTAN”, según este portavoz que habló por teléfono desde un lugar desconocido.
El atentado se produjo en un barrio de Kabul donde se encuentran el parlamento, el museo nacional, un hospital administrado por occidentales, un ministerio y el palacio Darul Aman.
La OTAN no confirmó que sus soldados hayan sido blanco del ataque. “Estamos en el lugar para ayudar a investigar, pero es demasiado prematuro para decir si hubo víctimas del lado de la OTAN”, declaró un portavoz de la Alianza atlántica.
La televisión afgana mostró imágenes de soldados estadounidenses y policías afganos inspeccionando el lugar.
A mediados de abril, las autoridades había anunciado la detención de nueve personas que se preparaban para cometer atentados suicidas y que proeyectaba ataques contra “objetivos estratégicos” en Kabul.
Los sospechosos, de edades entre 16 y 55 años, fueron detenidos durante una operación contra una escuela coránica en la capital afgana.
Los talibanes, cuya insurrección se intensifició en los últimos dos años, lanzan cada vez más ataques suicidas audaces en el centro mismo de Kabul, que se supone es el lugar mejor protegido del país.
La comandancia de los talibanes afganos anunció recientemente el lanzamiento de una serie de operaciones de “yihad” (guerra santa) – ataques, atentados y asesinatos – contra las fuerzas de la OTAN y, de manera más general, los extranjeros presentes en Afganistán.
Estas operaciones estarán dirigidas en especial contra “los invasores estadounidenses”, las fuerzas de la OTAN , “los espías que se hacen pasar por diplomáticos extranjeros”, “los lacayos de la administración Karzai”, las sociedades privadas de seguridad, las sociedades extranjeras de construcción y “todos los apoyos de los invasores extranjeros”, habían indicado los talibanes.