Gente de todo el mundo ha estado donando su pelo, el de sus mascotas y sus pantys para construir barreras flotantes y esponjas para absorber la marea negra que se escapa de la plataforma Deepwater Horizon, operada por BP, que se hundió en el mar el 22 de abril, dos días después de sufrir una explosión.
“Se ha inscrito gente de Francia, Inglaterra, España, Brasil, Australia, todo Canadá y Estados Unidos”, cuenta Lisa Gautier, co-fundadora de la organización caritativa Matter of Trust que conecta productos reciclados, como el pelo, con causas que los necesitan, y que está coordinando la recogida de cabello, pelo de animal y pantys para luchar contra la marea negra.
“Hay 370.000 peluquerías mandando cabello, 100.000 salones de acicalamiento de mascotas, granjas de alpacas y ovejas”, dijo Gautier a la AFP.
La cadena nacional de cuidado de mascotas Petco se unió al esfuerzo el jueves.
“Tenemos cerca de 1.000 salones repartidos por el país y pienso que podemos enviar hasta una tonelada de pelaje por día. Podemos marcar una diferencia real”, dijo a la AFP la portavoz de la compañía, Brooke Simon.
Matter of Trust recibió hasta el viernes unos 204.000 kg de pelo humano y animal por día y 50 personas y empresas se unen a la iniciativa cada minuto.
“El pelo retiene lo graso naturalmente. Siendo el petróleo graso, el cabello es como pan bendito”, explica Daisye Suduran, directora del salón de belleza de un gran hotel de Nueva Orleans y responsable improvisada de la centralización de todo el cabello cortado en la ciudad.
Una vez rellenados con pelo, los pantys parecen salchichas gigantes de aproximadamente kilo y medio cada una.
“El Ejército vendrá a buscarlas para colocarlas en cajones de langostas. Hundirán esas jaulas 50 cm bajo el agua para absorber el petróleo”, explica Daisye. Cuando estén llenos de crudo, serán retirados y “eliminados de una forma respetuosa con el medio ambiente”, añade.
Estas barreras flotantes no son las mismas que se están instalando en las aguas del Golfo de México, que deben contener la marea negra en su progresión hacia los frágiles pantanos del Delta del Misisipi, mientras que las barreras y esponjas de pelo se dispondrán en las playas para absorber el petróleo arrastrado hasta la orilla.
Se cree que la idea de usar pelo para empapar petróleo surgió de un peluquero de Alabama, Phil McCrory, al observar a las nutrias marinas cubiertas de petróleo procedente del derrame del buque “Exxon Valdez” en Alaska, en 1989.
“Pensé, bueno, si las nutrias se estaban empapando con el petróleo, entonces el pelo que yo barría debería de hacer lo mismo”, dijo el peluquero en una entrevista con la National Public Radio (NPR) en 2008.
McCrory recogió pelo del suelo de la peluquería, se lo llevó a casa, lo puso “en uno de los pantys de mi mujer” y lo usó para juntar y recoger un vertido que hizo en su piscina.
“En un minuto y medio, tenía el agua limpia y todo el petróleo estaba en los pantys rellenos de pelo”, relató.
El cabello y el pelo absorben de 4 a 6 veces su peso en petróleo, lo cual no es desdeñable, explica Peter Lane, presidente de Applied Fabric Technologies Inc., el segundo mayor fabricante de barreras flotantes contra el petróleo del mundo.
Pero estas barreras no son tan buenas como las industriales, rellenas con microfibras sintéticas y que pueden absorber hasta 15 veces su peso en petróleo, añade.