Los ministros de Finanzas de la UE se afanaban el domingo en una reunión de urgencia en Bruselas en acordar un mecanismo financiero inédito para restaurar la confianza en la zona euro y poner a salvo su moneda única, antes de la apertura de los mercados mundiales.
A medida que iban pasando las horas, la movilización internacional se intensificaba para lograr que los 27 alumbren un plan que evite una crisis de deuda soberana en la Eurozona, devolviendo la calma a las bolsas, que esta semana se derrumbaron.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, constataron durante una conversación telefónica su “acuerdo completo” sobre las medidas que deben ser anunciadas en Bruselas, según el palacio del Elíseo, que no entró en detalles.
Ambos dirigentes departieron separadamente por teléfono con el presidente estadounidense, Barack Obama, quien pidió medidas “enérgicas” a la Unión Europea (UE) para dar una respuesta eficaz a los “desórdenes actuales” que afectan a los mercados.
No obstante, los ministros europeos reunidos en Bruselas todavía no habían alcanzado un consenso hacia las 19H00 GMT, cinco horas después del inicio de su reunión, cuando la Comisión Europea presentó una propuesta elaborada en menos de 36 horas por encargo de los jefes de Estado y de gobierno de la zona euro.
Bruselas “puso sobre la mesa una propuesta que es ambiciosa y completa”, indicaron a la AFP fuentes cercanas al ejecutivo comunitario.
El plan presentado incluye dos mecanismos para apoyar a los países de la zona euro que se vean amenazados por una eventual quiebra, según diversas fuentes diplomáticas.
El primero “utiliza el presupuesto comunitario de la UE” para que la Comisión pueda tomar “prestado de los mercados internacionales” hasta un monto de 60.000 millones de euros (76.000 millones de dólares), que a la vez sería otorgado en forma de créditos a los Estados necesitados, explicaron.
No obstante, para poder eventualmente hacer frente a las dificultades financieras de varios países, Bruselas tendría que ir más lejos e “implicar a los Estados miembros de la Eurozona” en un mecanismo complementario.
Las fuentes no ofrecieron más detalles, pero el ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, indicó que los 16 países que comparten la moneda única podrían aportar “garantías” para realizar préstamos suplementarios.
Si se acordara un dispositivo de este tipo, el fondo que Bruselas podría amasar para rescatar a varios Estados de la Eurozona “no tendría límite”, sería “un crédito ilimitado con una garantía ilimitada”, dijeron otras fuentes diplomáticas.
Finalmente, el Banco Central Europeo (BCE) también intervendría para completar el plan, por ejemplo, prestando dinero mediante la compra de emisiones de deuda de los Estados, si bien esta decisión debería ser anunciada por el propio organismo, independiente del poder político.
“Vamos a defender el euro, pensamos que debemos dar más estabilidad a nuestra moneda y haremos todo lo que esté en nuestras manos para lograr ese objetivo”, declaró a su llegada a la reunión la ministra española de Finanzas, Elena Salgado, cuyo país ejerce este semestre la presidencia de turno de la UE.
La hecatombe vivida esta semana en las bolsas europeas y la devaluación del euro frente al dólar hasta niveles inauditos en 15 meses, obligan a Europa a reaccionar rápidamente frente a esta crisis, si bien no todos los países están dispuestos a realizar el mismo tipo de sacrificios.
Gran Bretaña, la principal economía integrante de la UE al margen de la Eurozona, dejó claro el domingo que no se opondrá a la creación de un fondo de emergencia pero que tampoco participará en él a través de garantías.
“La defensa del euro es la responsabilidad de los miembros de la Eurozona”, dijo el ministro de Finanzas, Alistair Darling.
La mecha que encendió esta crisis sin precedentes en los once años de la historia del euro fue la debacle financiera griega y el riesgo de contagio a otros países fuertemente endeudados como España y Portugal.
Salgado aseguró no obstante el domingo que España “no se plantea recurrir” al futuro fondo.
La Eurozona resolvió aportar una respuesta para el conjunto de la región tras constatar que el rescate internacional aprobado para Grecia no logró esta semana tranquilizar a los mercados ni evitar los ataques de los especuladores.