Universidad de Chile, en la agonía del partido y con un final apasionante y encendido, clasificó a los cuartos de final de Copa Libertadores de América al igualar 2-2 ante Alianza Lima en el Estadio Monumental.
Alianza sorprendió con un juego de igual a igual ante un conjunto azul que no encontraba el juego acostumbrado ni a sus mejores ejecutantes. Por aquello, no sorprendió que fuese la visita la que abriera el marcador con el cabezazo (que nunca quedó claro si ingresó por completo al arco universitario) de José Carlo Fernández. Ante este panorama, el ingreso de otro armador era fundamental. Edson Puch fue la carta que puso sobre la mesa Gerardo Pelusso en el arranque del segundo lapso y puso algo más de claridad al armado de la oncena laica, que llegó al empate con el gol de Eduardo Vargas, tras jugada de Walter Montillo por la izquierda.
Extrañamente luego del empate, el local no apretó lo suficiente para buscar el gol de la tranquilidad, lo que complicó innecesariamente el panorama en el Monumental. El ingreso de Johnnier Montaño en la visita fue una piedra en el zapato para la defensiva universitaria, que observó atónita la gran jugada individual del colombiano, que cede para Fernández, quien marca la segunda cifra visitante, la que parecía sentenciar la eliminatoria y enmudecía a las 35 mil personas que asistían al Monumental.
Llegó entonces el tramo final más bizarro que se haya visto en una Copa Libertadores en mucho tiempo. Minuto 91: Serie de rebotes en el área, pase de Iturra a Seymour, que dispara al arco, su remate se desvía en un defensor peruano y derrota a Forsyth. Gol y delirio azul en Macul, pero la bandera del árbitro asistente Luis Alvarado estaba levantada. Había observado una posición adelantada de Diego Rivarola y un intento de golpeo de balón por parte del mendocino. Situación que ocasiona la furia de los laicos, que cargan contra el ecuatoriano Carlos Vera, quien se acerca al juez de línea, le marca el detalle del rebote y da el gol. Estallido azul y enojo de los peruanos, que encabezados por el técnico argentino Gustavo Costas, se fueron encima del referí para reclamar por lo visto en cancha.
Una demora de 15 minutos, que alimentó el nerviosismo de los hinchas azules, quienes se desahogaron con el pitazo final del partido, que pone a Universidad de Chile entre los ocho mejores equipos del continente.
Ahora, la escuadra nacional enfrentará a Flamengo en cuartos de final, jugando la ida en Río de Janeiro la próxima semana y en Santa Laura el pleito de retorno en 15 días.