A sus 41 años, Michael Schumacher, tras una carrera brillante y siete títulos mundiales, podría haber disfrutado de una merecida jubilación y de las mieles del éxito pero decidió volver a la Fórmula 1 en 2010, un reto increíble que el alemán vivirá con la escudería Mercedes.
Los medios de comunicación alemanes, que adoran al piloto, están eufóricos. “Aleluya, el retorno más espectacular de la historia del deporte se hará realidad”, titulaba el periódico Bild, el más leído del país.
Desde lo alto de su pedestal, el ‘Kaiser’ (‘Emperador’ en alemán) podría perder más de lo que gane, ya que su impresionante palmarés no se ‘limita’ a los siete títulos mundiales sino que también acumula 91 victorias y 68 poles en 250 carreras, 1.369 puntos, 17 podios en 17 grandes premios en 2002, etc.
Como ya pasó con otros deportistas, si Schumacher tropieza en la temporada 2010 su figura legendaria podría quedar afectada. Fue el caso de Michael Jordan, que quiso volver a jugar al baloncesto en los años 90, o de los muchos retornos sin interés tan frecuentes en el deporte.
“Tiene agallas de volver. Me saco el sombrero, le respeto totalmente por ello”, dijo el piloto Mark Webber de Red Bull.
“Su decisión es poco habitual. Pero es evidente que debe tener sus razones para volver al deporte tras tres años retirado”, apunta Jenson Button, de McLaren.
Michael Schumacher no tiene reparos en explicar los motivos de su vuelta. Adicto a la competición, sólo quiere demostrarse a sí mismo que todavía es “capaz de pilotar al más alto nivel”.
“Tengo ganas de volver a competir, estoy impaciente y excitado con la idea de volver a la competición”, asegura.
Pero sus 41 años podrían ser un obstáculo, un argumento que ‘Schumi’ no quiere ni oir.
“No tengo nada que demostrar con respecto a mi edad (…), mi motivación es la misma que antes, siguo siendo alguien determinado, que se concentra en conseguir un objetivo”, afirma.
Desde que pronunció estas palabras, el pasado 25 de enero, ‘Schumi’ ya ha vuelto a subirse a un monoplaza y ha realizado varios ensayos que tranquilizaron a sus fans.
Tras tres años de inactividad, su mejor tiempo en las pruebas de la semana pasada en Barcelona era a penas una décima de segundo más lento que el de su compañero de equipo, Nico Rosberg.
Lewis Hamilton, el más rápido en estos ensayos, estaba a menos de tres décimas de distancia.
Pero el McLaren del británico parece ser más potente que su Mercedes, un grave problema para un piloto acostumbrado a lo mejor y que no dudó en mostrar su enfado tras las pruebas.
“En este momento no estamos exactamente en la posición que nos gustaría, es decir, la de ser lo bastante competitivos como para ganar carreras”, dijo.
Aunque al día siguiente quiso matizar y aseguró que “fui un poco pesimista, el rendimiento del Mercedes fue mejor de lo que pensaba”.
Los pronósticos del director de su escudería, Ross Brawn, con el que ya trabajó en Ferrari, tendrían que darle ánimos.
Según Brawn el objetivo es “empezar ganando en Bahréin”, el primer Gran Premio de la temporada que se disputa el 14 de marzo, donde Schumacher pondrá a prueba su condición de de ex leyenda del motor.
Alemania ya está movilizada en vísperas del gran evento, más aún porque por primera vez ‘Schumi’ se enfrentará a su sucesor, Sebastian Vettel (Red Bull), apodado “baby-Schumi”.
Según un sondeo llevado a cabo por la agencia SID, filial de la AFP, Vettel ganará el el título este temporada según el 60,9% de los alemanes. Nadie puede ser emperador eternamente.