Al menos 33 civiles murieron el domingo al ser bombardeados por error tres vehículos por la Fuerza de Asistencia a la Seguridad de la OTAN (ISAF) en el centro de Afganistán, anunció el lunes el gobierno afgano, que calificó el ataque de “injustificable”.
En un comunicado, la ISAF reconoció el ataque, en la provincia de Oruzgan, asegurando que estaba dirigido contra presuntos insurgentes, y prometió una “investigación inmediata”.
Su comandante, el general estadounidense Stanley McChrystal, expresó su “extrema tristeza por la pérdida de vidas inocentes”.
“Según los primeros elementos, la OTAN disparó el domingo contra un convoy de tres vehículos (…) matando al menos a 33 civiles, entre los cuales cuatro mujeres y un niño, e hiriendo a otras 12 personas”, indicó un comunicado del consejo de los ministros, presidido por el jefe del Estado, Hamid Karzai.
El comunicado calificó asimismo de “injustificable” el ataque.
Un precedente balance el ministerio del Interior fijó en 21 el número de víctimas mortales.
Los aviones de la ISAF atacaron tres vehículos el domingo en la mañana en la provincia de Oruzgan, había precisado en la mañana el portavoz del ministerio del Interior, Zemarai BAshary.
“Ayer (domingo), un grupo de personas sospechosas de ser insurgentes, y que se temía iban a atacar una unidad conjunta de las fuerzas afganas y de la ISAF, fueron blanco de los aviones y algunos de ellos resultaron muertos”, indicó la ISAF este lunes en un comunicado.
“Cuando las fuerzas conjuntas llegaron al lugar descubrieron mujeres y niños y transportaron a los heridos a centros de atención”, indicó el comunicado de la OTAN. “La ISAF ordenó una investigación inmediata”, se añadió.