Demasiado largos o cortos, demasiado estrechos o flojos, los preservativos no sólo pueden deslizarse o romperse, sino que también reducen el placer sexual de la pareja, según un estudio publicado este martes en la revista Sexually Transmitted Infections.
Los investigadores del Instituto Kinsey (Universidad de Indiana, EEUU) analizaron los cuestionarios completados por 436 hombres de entre 18 y 67 años, voluntarios que fueron reclutados a través de la prensa y en la página web de una empresa que vende preservativos.
Los voluntarios declararon haber usado condones para sostener relaciones sexuales con penetración vaginal en los últimos 3 meses.
Según los investigadores, casi la mitad de ellos (44,7%) indicaron haber hecho la experiencia con preservativos inadecuados. Estos utilizadores de tuvieron 2,5 veces más probabilidades de que los preservativo inadaptados se les deslicen o rompan, y 5 veces más riesgos de irritación del pene.
Estos usuarios también corrieron 2 veces más el riesgos de tener un problema de erección o dificultades, lo mismo que su interlocutora, para llegar al orgasmo. También se les duplicó el riesgo de que retiren el condón antes del final de la relación sexual.
El estudio, basado en declaraciones voluntarias, muestra además que se necesita “mensajes de salud” para alentar a los hombres a elegir el tamaño adecuado del condón, subrayan los autores, Richard Crosby y Bill Yarber.
Bill Silver dijo en un podcast que los fabricantes de preservativos debían llamar a los más pequeños “grandes” y “extra grandes” a los de tamaño medio, etc. “La gente no los compraría si los condones van rotulados “pequeño” o “súper pequeño”, advirtió.