El número de inmigrantes ilegales en Estados Unidos cayó un 7% entre enero de 2008 y enero de 2009, de 11,6 millones a 10,8 millones, coincidiendo con la crisis económica, informó este martes el Departamento de Seguridad Interna (DHS en inglés).
Los latinoamericanos representan la gran mayoría de esa población que entró ilegalmente en Estados Unidos, empezando por los mexicanos, que representan el 62% de ese estimado (6,7 millones), según el informe del DHS.
El Salvador, con 530.000 inmigrantes, Guatemala con 480.000 y Honduras con 320.000, le siguen detrás. Junto a Filipinas, con 270.000, ese conjunto de países representaban el 85% de la población extranjera ilegal en 2009.
“El número de residentes no autorizados bajó en 1 millón entre 2007 y 2009, coincidiendo con la crisis económica”, señaló el informe, elaborado a partir de encuestas de hogares y de cálculos a partir de la población extranjera total.
De los 10,8 millones de indocumentados, 4 millones (37%) entraron en Estados Unidos a partir de enero de 2000, un 44% en los años 1990 y un 19% en los años 1980, calcula el Departamento.
El DHS considera para sus cálculos a toda persona extranjera que entró en Estados Unidos a partir del 1 de enero de 1980, puesto que los anteriores a esa fecha pudieron regularizar sin problemas su presencia en el país, gracias a la última reforma migratoria, en 1986.
El número total de extranjeros en el país (legales o no) era de poco más de 31 millones a enero del año pasado.