La cumbre extraordinaria de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se instaló el martes en Quito para definir la ayuda de la región con miras a la reconstrucción de Haití tras el devastador terremoto del 12 de enero.
El presidente de Ecuador y pro témpore del organismo, Rafael Correa, inauguró la cita, a la cual asisten los mandatarios de Colombia, Alvaro Uribe; Paraguay, Fernando Lugo, y Perú, Alan García, así como el vicepresidente de Bolivia, Alvaro García, además de cancilleres y enviados especiales de Argentina, Brasil, Chile, Guyana, Surinam, Uruguay y Venezuela.
También participa el mandatario haitiano, René Preval, y delegados de República Dominicana, la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En su discurso inaugural, Correa destacó que Preval es un “invitado de honor” a la cumbre, en la que expondrá las prioridades de Haití para su reconstrucción después del sismo que dejó al menos 200.000 muertos, más de 4.000 amputados, 300.000 heridos y decenas de miles de personas sin hogar, según cifras oficiales.
“El tendrá importantes cosas que decirnos, que proponer para tratar de que la ayuda sea eficaz y encausada a través del gobierno haitiano”, declaró el jefe de Estado ecuatoriano, y añadió que el pueblo haitiano debe ser “el dueño de su destino”.
“Nos ha convocado la hermandad para respaldar a Haití”, señaló Correa, y enfatizó que “la tragedia haitiana es la tragedia de todos” en la región, donde hay “intolerables” niveles de pobreza.