La presidencia española de la Unión Europea (UE) descartó este lunes eventuales sanciones para los países que no cumplan con un futuro plan europeo para salir de la crisis, tras las críticas del gobierno alemán a esa medida.
El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, actual presidente temporal de la UE, “en ningún momento ha dicho que haya que acudir a mecanismos sancionadores”, declaró su ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, en un encuentro con la prensa.
“Por el momento no hay ninguna propuesta formal”, aclaró.
La UE va a preparar durante este semestre un nuevo plan económico para salir de la crisis que necesitará más coordinación entre las políticas nacionales de sus 27 miembros para dar resultados.
La posición de España era incluir “medidas correctivas”, según Zapatero, para obligar a los países a cumplir con lo pactado.
De este modo se buscaría evitar lo ocurrido con la actual Agenda de Lisboa, una estrategia para que Europa se convirtiese en la economía más competitiva del mundo en 2010, que no ha podido concretarse.
Pero la posibilidad de incluir un sistema correctivo fue criticada de inmediato el sábado por el ministro de Economía alemán, Rainer Brüderle, quien rechazó esa idea y estimó que “la propuesta de sancionar a los Estados miembros, si no cumplen los objetivos fijados, no es sensata”.
A este respecto, Moratinos indicó que “lo único que ha hecho el gobierno de España es señalar la necesidad de más coordinación de políticas económicas; eso lo apoya y defiende el ministro de Economía alemán”.
“En ningún momento hemos hablado de sanciones”, aseguró por su parte en Bruselas la vicepresidenta primera del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, que añadió que “Alemania y España coinciden” en la necesidad en la UE de una mayor coordinación de las políticas nacionales y son “más partidarios” de mecanismos preventivos que de imponer sanciones.
Para sacar al continente de la crisis, la UE quiere remplazar la actual Agenda económica de Lisboa por la llamada Estrategia Europa 2020, que pretende acordar en junio.
Un primer debate son el tema debería tener lugar en una cumbre informal de líderes europeos el 11 de febrero en Bruselas.
La presidencia española “ha dicho que hay que cambiar el método de cómo se aplicaba la Agenda de Lisboa”, lo que “no significa imponer sanciones”, dijo Moratinos.
“Hay muchas maneras en que los estados miembros reciban las recomendaciones de la Comisión Europea y de las instituciones europeas y se logren los objetivos fijados para mejorar esa economía”, explicó.
Sobre la posición alemana recordó que la portavoz de la canciller Angela Merkel dijo que “esas eventuales propuestas que se discutirán en la cumbre de febrero van a ser objeto de examen y de respuesta, por tanto no hay ningún rechazo”, zanjó.
La Agenda de Lisboa “fue importante en su momento, pero a raíz de la crisis es necesario profundizar la coordinación de las políticas económicas y abrir el debate para lograr la Estrategia 2020″ y tener “mayores resultados”, continuó.
Además de las reticencias de Alemania, otros países más liberales como Reino Unido también podrían oponerse a una eventual propuesta española de este tipo, frente a otros a favor como Francia