Los europeos desafiaron al mal tiempo para ir a trabajar el lunes después de un inclemente fin de semana invernal que dejó a miles de hogares sin energía eléctrica y provocó el caos en el tránsito y en los aeropuertos.
Las aldeas de algunas regiones del noreste de Alemania, una región que estuvo casi totalmente paralizada durante el fin de semana, continuaban aisladas mientras la nieve acumulada durante la ventisca impedía utilizar las rutas y las vías férreas.
“Estamos abriéndonos camino lentamente a través de montañas de nieve”, dijo un portavoz policial en la ciudad de Luebeck (norte de Alemania).
En el aeropuerto de Francfort, el tercero en importancia de Europa, donde unos 320 vuelos fueron cancelados durante el pasado fin de semana, otros 15 fueron anulados el lunes y las autoridades advirtieron que habrá más problemas mientras el tráfico aéreo vuelve lentamente a la normalidad.
Mientras tanto, España y Portugal eran los últimos en sentir el impacto de lo que según expertos es un invierno inusualmente riguroso. La ciudad de Sevilla (sur de España) fue cubierta por la nieve el domingo, por primera vez en medio siglo.
El estado de alerta continuaba vigente en el centro y el norte de España, en espera de nuevas nevadas acompañadas por temperaturas glaciales, y 57 vuelos fueron cancelados en el aeropuerto de Madrid-Barajas.
En Portugal, unas 50 rutas importantes fueron clausuradas mientras la nieve obligaba a numerosas personas a pasar la noche en sus vehículos.
Las escuelas fueron cerradas en las regiones más afectadas.
En Alemania, que está saliendo de su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, los expertos advirtieron que estos transtornos son muy perjudiciales para la mayor economía europea.
“El frío podría dificultar el comienzo de lo que debería ser un año de crecimiento en 2010″, declaró Volker Treier, del instituto económico DIHK, al diario Bild.
Si no se produce una mejora muy pronto, la economía alemana podría perder cerca de 2.000 millones de euros (unos 3.000 millones de dólares) por la disminución de las actividades, o sea 0,4% del PIB en el primer trimestre, agregó Treier.
Gran Bretaña, que continúa en recesión, está a punto de sufrir una pérdida de 1.000 millones de libras esterlinas (1.100 millones de euros, 1.600 millones de dólares), de acuerdo con el Centre for Economics and Business Research (Centro de Investigación Económica y Empresarial, CEBR).
La Confederación de la Industria Británica indicó que la dureza de este invierno, que ha cubierto al país con una capa de nieve desde hace una semana, estaba causando una “interrupción masiva”.
Sin embargo, los economistas creen que el impacto será atenuado por los británicos que trabajan en sus hogares para combatir el frío, y que la economía se recuperará.
“No hay que exagerar el impacto económico del frío –la mayor parte del PIB será realizada en las próximas semanas– pero algunos comercios con problemas de dinero podrían ser empujadas al borde del abismo”, dijo el director del CEBR, Douglas Williams.