Tres meses tardó la Clínica Alemana en acreditarse ante la Superintendencia de Salud, transformándose así en el primer establecimiento que puede garantizar calidad a sus pacientes de manera certificada a nivel nacional.
Esto tras cumplir con el 91,6 % de las variables evaluadas. Uno de los pocos problemas identificados es que no se realiza un seguimiento de la kinesiterapia que sirve para descongestionar las vías respiratorias.
A juicio del Superintendente de Salud, Manuel Inostroza, este trámite debiera ser obligatorio para todos los establecimientos asistenciales del país tanto públicos como privados por lo que instó al Ministerio a establecerlo como norma.
De hecho el intendente de prestadores, José Concha, aseguró que las Clínicas Dávila y Las Condes partirán su proceso este mes y luego se sumarán los hospitales públicos Luis Tisné, El Pino y el Instituto Nacional del Cáncer.
La acreditación debe ser renovada cada tres años por lo que el gerente general de la Clínica Alemana, Marcelo Magofke, reconoció que haberse sometido al proceso les será muy útil para identificar las áreas que deben mejorar.
Se espera que dentro de los próximos dos años al menos cien establecimientos estén acreditados o en vías de hacerlo.