Socorristas brasileños continúan este sábado buscando víctimas de un deslizamiento de tierra que dejó al menos 26 muertos tras arrasar con parte de una posada de lujo y varias casas en Ilha Grande, en el sur del Estado de Rio de Janeiro.

Las fuertes lluvias que vienen azotando desde el miércoles el Estado carioca ya causaron un total de 61 muertos, en distintos deslizamientos de tierra e inundaciones, según informó la Defensa Civil.

La región más afectada es la del municipio de Angra dos Reis que contabiliza un total de 39 fallecidos y decenas de desaparecidos en deslizamientos en Ilha Grande y en la ciudad de Angra, según las autoridades de Rio.

En la isla, 26 personas fallecieron luego que la ladera de uno de los cerros sobre la playa de Bananal se desprendió completamente el viernes, arrastrando tierra, piedras y vegetación nativa sobre parte de la posada de lujo Sankay -donde habría unas 40 personas- y varias casas alquiladas por turistas para las celebraciones de Año Nuevo.

“Fue un ruido ensordecedor. Nunca escuché nada parecido. Perecía un fuerte trueno que no paraba”, narró al sitio G1 Felipe Gomes Martins, de 32 años, vecino de la posada Sankay.

“Era mucha tierra, barro, árboles, troncos cayendo, llevando todo”, afirmó al contar cómo junto a su padre rescataron a unas 60 personas en un barco durante la madrugada.

Los socorristas en la playa de Bananal continuarán trabajando durante la noche del sábado, a pesar que todavía exista la posibilidad de nuevos derrumbes, señaló el coronel Pedro Machado, comandante del Cuerpo de Bomberos, a la radio CBN.

En Ilha Grande, adonde sólo se puede acceder por mar, trabajan más de 100 efectivos del cuerpo de Bomberos y de la Defensa Civil ayudados por perros. Sin embargo, a medida que pasan las horas las posibilidades de rescatar personas con vida van disminuyendo.

Las autoridades estiman que las operaciones de búsqueda puedan llevar al menos dos días más.

En el centro de la ciudad de Angra dos Reis (unos 150 km al sur de Rio de Janeiro, sobre el continente) otro deslizamiento enterró varias casas, dejando un saldo de al menos 13 muertos, según el Gobierno del Estado de Rio.

Este sábado, parientes y amigos realizaron en Angra un velorio colectivo de 12 víctimas de ambos incidentes.

El escenario desolador de apoderó de la paradisíaca Bananal, ubicada en una ensenada de agua cristalina que la hace una de las playas más bonitas de Ilha Grande, uno de los destinos favoritos de turistas extranjeros y nacionales.

Como se trata de un terreno rocoso, en el que la vegetación nativa desarrolla raíces pequeñas, y la sierra tiene una inclinación pronunciada el suelo resulta muy inestable, según especialistas.

“El riesgo natural es muy grande, por causa de la inclinación y de la inestabilidad del terreno”, afirmó el geólogo Alvaro dos Santos, ex director del Instituto de Investigaciones Tecnológicas, al diario Folha de Sao Paulo.

Además, “la ocupación de áreas inestables aumenta bastante el riesgo de accidentes”, agregó.

En todo el Estado carioca, unas 3.000 personas debieron abandonar sus casas, según la Defensa Civil.