La Unión Europea (UE) condenó el martes la ejecución del británico Akmal Shaikh en China tras ser condenado a muerte por narcotráfico, deplorando que Pekín desoyera los llamamientos de los europeos a conmutar su pena.
“La UE condena en los términos más firmes la ejecución de Akmal Shaikh” y “lamenta el hecho de que China desoyera los repetidos llamamientos de la UE” para “conmutar la pena de muerte”, escribe la presidencia sueca del bloque en un comunicado.
Los 27 “reafirman” asimismo “su oposición absoluta a la pena de muerte en todas las circunstancias”, “convencidos de que su abolición es una parte integral del respeto de los derechos humanos y la protección de la dignidad humana”.
China desoyó las demandas de clemencia de última hora y ejecutó el martes a este ciudadano británico, de 53 años, condenado a muerte por tráfico de droga aunque, según sus familiares, sufría una enfermedad mental.
Se trata del primer europeo ajusticiado en China en 58 años, según Reprieve, una ONG de ayuda jurídica con sede en Londres.