Uno de los contrayentes de la primera boda entre personas del mismo sexo de América Latina advirtió este martes que algunos sectores intentarán anular el enlace celebrado el lunes en el sur argentino, pero sostuvo que acudirán hasta instancias internacionales para defenderlo.
“Van a tratar de anular nuestro matrimonio, porque la maldad contra los gays es histórica en América Latina. Si lo lograran, llegaremos incluso hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que seguramente nos dará la razón”, dijo Alex Freire a la AFP, un día después de realizarse la boda civil en la ciudad de Usuhaia, ubicada a 3.180 km al sur de Buenos Aires.
Freyre, de 39 años, y José María Di Bello, de 41, habían intentado casarse el pasado 1 de diciembre en Buenos Aires, tras obtener una autorización de una jueza, pero cuando todo estaba preparado para la ceremonia en un registro civil porteño, una controversia judicial impidió el trámite.
Freyre consideró que se trata de una “conquista para todos los gays” y detalló que su caso impulsó a “un centenar” de parejas de personas del mismo sexo a presentar amparos ante la justicia para lograr que sea autorizado el matrimonio.
No obstante, dijo tener la esperanza de que la Corte Suprema de Justicia se pronuncie en 2010 sobre dos casos que tiene en análisis y que el Congreso federal apruebe también el año próximo una ley que autorice el matrimonio gay, lo que evitará, afirmó, “desgastantes trámites judiciales”.
“Cruzamos los dedos (deseamos) para que no sea vetada la ley que se aprobó en la capital mexicana. Esto no es una carrera. Si en México se hubieran casado primero, a nosotros nos hubiera servido”, dijo Freire sobre la norma aprobada el 21 de diciembre pasado por el Congreso de la Ciudad de México, que habilitó los enlaces entre gays por primera vez en América Latina.