Roman Polanski ha reconocido sentirse profundamente agradecido por “el gran número de testimonios de simpatía y apoyo continuo que he recibido”.
Como cuenta la BBC Mundo, el director lo ha afirmado así en una carta dirigida a su amigo, el filósofo francés Bernard Henri-Lévy. El escrito, que ha autorizado a hacer público, constituye su primera declaración después de su arresto en septiembre.
“Estoy abrumado por los testimonios que he recibido tanto en la prisión de Winterthur como ahora en mi domicilio de Gstaad, donde voy a pasar las fiestas con mi esposa y mis hijos”, confiesa Polanski a su amigo.
“Me gustaría poder decir a cada uno de ellos el bien que eso hace cuando uno está encerrado en una celda, oír cada mañana, al recibir el correo, ese murmullo de voz humana y de solidaridad”, explica el cineasta.
“Cada una de sus palabras han estado para mí, en los momentos más sombríos -y lo son todavía en mi actual situación- llenas de confort y de motivos para la esperanza”, agrega.