El senador Antonio Horvath, integrante de la Comisión de Medio Ambiente, propuso una serie de medidas, tras analizar los resultados de la última Cumbre Climática realizada en Copenhague.
“No sólo hay que exigir a nivel internacional ciertos compromisos mínimos para las emisiones de gases con efecto invernadero, sino que además, tenemos que prepararnos para enfrentar en nuestro propio país el cambio climático”, así lo afirmó el senador Antonio Horvath, integrante de la Comisión de Medio Ambiente, tras comentar los resultados de la Cumbre del Cambio Climático realizada en Copenhague, Dinamarca entre el 7 y el 18 de diciembre pasado.
El parlamentario declinó calificar como un fracaso los resultados de la Cumbre, porque “en la práctica no hubo un retroceso. Europa se comprometió a alcanzar al año 2020 las metas de Kyoto, Estados Unidos está llegando al orden del 17% de lo que le falta para ello y lo que tenemos que presionar, entre todos, son a los países emergentes que están contaminando mucho y a nivel de Sudamérica, Chile es uno de ellos”.
Indicó que “si bien estamos dentro de los rangos, en los últimos 4 ó 5 años nuestro país se ha caracterizado por implementar prácticamente sólo centrales térmicas a carbón que son muy contaminantes”.
Precisó que “la única forma de enfrentar el cambio climático es con acciones concretas, por ejemplo, cambiando la norma de emisión de partículas y gases nocivos de estas centrales que, desde luego no es una idea aceptada por la industria de energía”.
Aseveró que “Chile debería implementar planes de forestación en las 4,5 millones de hectáreas que tenemos disponibles en el país, reponiendo el modo en que se hacen las defensas fluviales y bajando los niveles de emisión”.
Aclaró que “a través de esta política de reforestación se podrían generar cientos de puestos de trabajo permanente y además se resolverían los problemas de erosión de suelos, contribuyendo así a combatir la desertificación, al tiempo de crear verdaderos pulmones verdes que capten los gases de efecto invernadero que producen las centrales térmicas”.
Puntualizó que “eso significará impulsar una política bastante más agresiva en el próximo gobierno y también un cambio de actitud en los estilos de vida de cada uno de los chilenos”. En esa línea propuso seguir el ejemplo del Estado de California que endureció los estándares de emisiones de gases contaminantes.
Agregó que “Chile se ha ido quedando atrás en el desarrollo de las energías renovables denominadas no convencionales, tales como la eólica, mareomotriz, las pequeñas y medianas centrales hidroeléctricas y, por lo tanto, deberíamos invertir en investigaciones aplicadas y ser más vanguardistas en esa materia”,
Recalcó que “desde luego tenemos que seguir insistiendo en los foros internacionales para la reducción de los índices de contaminación porque esta situación tiene efectos económicos graves en la agricultura, la ganadería, el turismo, además de los efectos que se producen en las variaciones de los caudales hídricos, el alza de la línea de nieves, el recogimiento de los glaciares, entre otros daños al medio ambiente”.