Investigadores de 3 países colocaron chips en 60 caracoles rosas cerca del puerto de Cancún, en el mar Caribe de México, en una investigación sobre los hábitos de alimentación y reproducción de la especie, amenazada por la pesca indiscriminada, dijeron científicos.
La investigación que realizan expertos franceses, mexicanos y australianos permitirá acumular datos que podrán servir no sólo para proteger la especie sino también para medir en forma más precisa la evolución del calentamiento global, dijo a la AFP, Dalila Aldana, una de las responsables del proyecto.
“Este estudio puede hacerse tanto en caracoles vivos como en aquellos que localizamos en los restos prehispánicos, podemos saber 1.500 años atrás qué temperatura había”, señaló Aldana. “Eso nos permite hacer proyecciones y los científicos podrían determinar la magnitud del proceso de calentamiento global”, añadió.
Los buzos de la investigación se sumergieron en las aguas de la caleta (refugio) de Xel-há, considerada un santuario natural de esa especie y en donde se estiman habitan unos 4.000 caracoles.