El gobierno canadiense desmintió una serie de mensajes en Internet que hacían creer que había resuelto reducir sus emisiones de gas de efecto invernadero mucho más de lo previsto.
El origen de la polémica fue un falso comunicado con el logotipo del Ministerio del Medioambiente canadiense enviado a varios medios de comunicación.
La declaración señalaba que Ottawa había decidido reducir hasta 2020 el 40% de sus emisiones con respecto a los niveles de 1990.
Tal compromiso está a años luz de la posición oficial de Canada, que dio la espalda al protocolo de Kyoto y se planteó más bien reducir en un 3% sus emisiones de gas de efecto invernadero.
En otro documento apócrifo, Uganda felicitaba a Ottawa por sus nuevos compromisos y su oferta de indemnizar a los países africanos hasta con 13.000 millones de dólares por los daños causados por el cambio climático.