Los gobernadores estadounidenses Arnold Schwarzenneger y Bill Richardson bañaron de champagne la nariz de la nave SpaceShipTwo, rebautizada el lunes Virgin Space Ship (VSS) Enterprise, considerada por su promotor el multimillonario británico Richard Branson como “el futuro del transporte humano”.
Con -4ºC , Branson estrenó ante cientos de periodistas del mundo entero y unos 40 futuros turistas espaciales, el último modelo de la nave que a partir de 2011 despegará desde un aeropuerto espacial en Nuevo México (oeste), con seis pasajeros y dos pilotos, para vivir una experiencia de unos 5 minutos de ingravidez y dos horas y media en total.
“Queremos que este programa sea un completo nuevo comienzo en la era comercial de los viajes espaciales. Es el futuro del transporte humano”, dijo Branson, sorprendido de las bajas temperaturas en el desierto de Mojave, en el hangar del Puerto Aéreo y Espacial de este desierto a 130 km al noreste de Los Angeles, donde se desarolló una actividad concebida para millonarios.
Branson enfatizó que “nadie va a volar en la nave espacial antes de que hayamos realizado muchos, muchos, muchos vuelos” de prueba.
Los 6 potenciales astronautas estarán sentados en la parte central del aparato, que será trasladado por la nave nodriza White Knight hasta unos 60.000 pies de altura (18.3 km).
“A 60.000 pies, se despegarán, alcanzando 2.000 millas (3.200 km) por hora en 10 segundos, para ser propulsados al espacio”, indicó Branson a la prensa.
Una vez en el espacio, los viajeros podrán dejar sus asientos y observar la Tierra a través de grandes ventanas ovaladas, que incluso están en el techo del fuselaje.
Después de flotar regresarán a la atmósfera terrestre, una de las etapas más peligrosas de los vuelos espaciales debido a los cambios de temperaturas.
“En esa etapa la nave efectivamente se convierte en una plumilla gigante”, gracias al diseño aerodinámico de Burt Rutan, el ingeniero detrás del diseño de estos aparatos en el desierto de Mojave.
Rutan marcó la historia de la aviación en 1986 con el Voyager, el primer avión capaz de dar la vuelta al mundo sin escalas y sin aprovisionamiento.