Cientos de ultraderechistas españoles y europeos que añoran a Francisco Franco se reunieron en Madrid este domingo con motivo del 34 aniversario de la muerte del dictador español.
Esta concentración se celebra anualmente para recordar a Franco y a su mentor, el fundador de la Falange Española José Antonio Primo de Rivera, ambos fallecidos un 20 de noviembre, en 1975 el primero y en 1936 el segundo.
Convocada por la Falange y una asociación de antiguos combatientes franquistas, la reunión se desarrolló en calma y bajo una vigilancia policial muy discreta.
El pasado viernes, día 20, se ofició una misa en su memoria, como de costumbre, en el Valle de los Caídos, el gigantesco mausoleo construido cerca de Madrid por el dictador.
Y eso que la ley de rehabilitación de las víctimas del franquismo, conocida como “Memoria histórica” y votada en 2007 a iniciativa del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, había previsto “despolitizar” este lugar.
Pero como la ceremonia religiosa no es considerada un acto político está tolerada en la basílica subterránea donde se encuentra la tumba de Franco y la de Primo de Rivera.
Después de la eucaristía, los nostálgicos realizaron el saludo franquista, brazo en alto como los fascistas, y cantaron el himno “Cara al sol” en la entrada de la basílica, sin que la guardia civil se interpusiera, aunque bajo su vigilancia y previa confiscación de los símbolos más visibles, como las banderas de la dictadura.