El presidente Evo Morales aseguró este sábado que un crédito ruso en trámite de 100 millones de dólares servirá para fortalecer el Ejército boliviano y que el equipamiento permitirá a Bolivia defenderse de la eventual agresión de “algún país vecino”.
“Es obligación del Gobierno nacional modernizarnos para defendernos si hubiera alguna provocación de algún país vecino”, afirmó el mandatario izquierdista, durante el aniversario de Colegio Militar, el principal instituto de formación de oficiales del Ejército boliviano.
Morales, quien denunció varias veces un complot de Estados Unidos contra su gobierno de tinte indígena y estatista, señaló que “Bolivia es un Estado pacifista que no va a provocar a nadie, que no va a agredir a nadie, pero también, frente a la agresión, a la provocación, tenemos todo el derecho de defendernos como país”.
El mandatario, que busca su reelección por cinco años más en los comicios de diciembre próximo, reivindicó que dentro los planes gubernamentales para fortalecer a las FFAA se tramita un crédito de 100 millones de dólares de Rusia, si bien no hay detalle del tipo de equipo a adquirirse.
“Tenemos muy avanzado los trámites de un crédito con Rusia. Queremos modernizar, equipar al Ejército con cerca de 100 millones de dólares”, dijo Morales, quien no mencionó que dentro de esa ayuda hay el deseo de adquirir un avión presidencial por 35 millones de dólares.
Según Morales, “este equipamiento (militar) no es para humillar al pueblo boliviano, ni será para provocar a países vecinos”, porque Bolivia, por mandato de la nueva Constitución aprobada en enero pasado “es un Estado pacifista”, pero que también tiene el derecho de defender su soberanía.
El sentimiento de agresión desde Washington se ahondó en el Gobierno boliviano, tras el acuerdo militar que permite que Estados Unidos utilice siete bases militares en Colombia.
El vicepresidente boliviano, Alvaro García, dijo el martes pasado que Bolivia tiene que prepararse “en todas las formas” frente a las implicaciones “de una invasión militar norteamericana al continente” sudamericano.
Morales también dijo que Estados Unidos decidió utilizar bases militares en Colombia tras sufrir en Bolivia la expulsión de su embajador y de la agencia antidrogas DEA en 2008, cuando el gobernante los acusó de haber complotado contra su régimen de tinte indigenista y estatista.
“Cuando ya no pueden en Bolivia, convierten a Colombia en una base militar de Estados Unidos”, acotó el presidente, un duro crítico de Washington y de su acuerdo militar con Bogotá.
En el razonamiento del mandatario, la DEA operaba a sus anchas en Bolivia, cuando su personal “uniformado y armado, mandaba al Ejército y a las Fuerzas Armadas”, pero que “eso terminó y terminará para siempre”.
Sobre las bases militares de EEUU en Colombia, Morales aseguró que “desde allá (se quiere) provocar, desde allá (se quiere) controlar como siempre”, porque “los imperios trataron de controlar para saquear nuestros recursos naturales”.
Bolivia rechaza, principalmente con Ecuador y Venezuela, la utilización estadounidense de las bases militares en Colombia porque considera que desde ahí se puede generar una agresión hacia países contrarios a la línea política de Washington.