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Un tribunal capitalino autorizó por primera vez una boda entre personas del mismo sexo en Argentina al declarar inconstitucionales dos artículos del Código Civil, tras una demanda que presentó una pareja gay en abril, informó el viernes una fuente judicial.

El fallo del tribunal porteño ordena al Registro Civil que celebre el casamiento civil de Alejandro Freyre, de 39 años, y José María Di Bello, de 41, a quienes una oficina de ese organismo les había negado una fecha para la boda por tratarse de hombres.

“Estamos muy felices, emocionados, pero también con un peso de responsabilidad muy grande porque no es sólo para nosotros, sino que implica un empuje para la igualdad jurídica en Argentina y en el resto de América latina”, dijo este viernes Di Bello a la AFP.

La jueza Gabriela Seijas, a cargo del Juzgado de Instrucción 15 en lo Contencioso Administrativo, consideró en su dictamen que “la ley debe tratar a cada uno con igual respeto en función de sus singularidades, sin necesidad de entenderlas o regularlas”.

La iniciativa garantiza que esta pareja gay tenga los mismos derechos que un matrimonio heterosexual.

“El fallo es de una valentía increíble, no lo esperábamos”, admitió Di Bello, quien dijo que junto a su pareja estaban dispuestos a llegar hasta la Corte Suprema de Justicia, el máximo tribunal argentino.

Relató que ambos se largaron a llorar cuando se enteraron del fallo y se entusiasmó con la posibilidad de que Argentina sea “uno de los primeros países que tenga el matrimonio inclusivo”.

La jueza señaló en su fallo que “en los últimos años más de una docena de países han modificado sus legislaciones para darle cabida a las parejas del mismo sexo” y citó entre ellos a Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica y Noruega.

“Cambiar (en el Código Civil) las palabras ‘hombre y mujer’ por la palabra ‘contrayentes’ es todo lo que se necesita” para transformar esa realidad, añadió Di Bello, quien al igual que su pareja está afectado por el VIH.

El gobierno derechista capitalino tiene plazo hasta el martes próximo para apelar el fallo, aunque Di Bello estima que existe buen clima para que la medida judicial quede en firme.

Entre el viernes y el lunes próximo “definiremos si presentamos la apelación. El plazo vence el martes próximo”, dijo a su vez el procurador general de la ciudad de Buenos Aires, Pablo Tonelli.

Di Bello señaló además que el fallo impulsará nuevamente un proyecto de ley de matrimonio gay que se debate en la Cámara de Diputados, luego de que la iniciativa legislativa quedó sin quorum esta semana a nivel de comisiones por la falta de acuerdo entre los principales bloques.

Organizaciones gays consideran que el caso de Freyre y Di Bello fortalece además una estrategia para que la justicia federal declare inconstitucionales los dos artículos del Código Civil que impiden el casamiento entre personas del mismo sexo.

Los artículos 172, que establece el consentimiento de un hombre y una mujer para la boda, y el 188, que fija la declaración oficial de marido y mujer, no respetan el principio de igualdad jurídica que garantiza la Constitución, dijo María Rachid, titular de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans.

En cambio, el obispo católico Baldemoro Martini consideró que “las uniones del mismo sexo no sólo no edifican el bien común, sino que lo dificultan seriamente”.

En Buenos Aires rige desde 2003 la unión civil entre homosexuales, que luego se extendió a otras provincias argentinas, y permite a los contrayentes el acceso a derechos sociales, como beneficios de pensión en caso de viudez, aunque con restricciones en otros ámbitos como en el caso de la adopción.