Una autopsia clínica al advertirse que no hubo intervención de terceros, ordenó la fiscal Adelina Barriga, de turno en Temuco, respecto de un menor de un año de edad que falleció en brazos de su madre en la sala de espera del Servicio de Urgencia Infantil del Hospital Regional, mientras funcionaba un turno ético de los trabajadores en paro.
La fiscal dispuso lo anterior tras recibir los antecedentes de lo ocurrido al menor Javier Navarrete Sandoval, de 1 año de edad, quien falleció en el centro asistencial, mientras su madre esperaba que lo atendieran al llegar derivada del Consultorio de Salud Municipal de Freire, al presentar un cuadro diarreico de al menos 5 días de evolución.
La mujer, sin embargo, tras sacar su hoja de atención, al parecer no comunicó la situación de gravedad de su hijo, por lo que se sentó a esperar que la llamaran, advirtiendo tras casi una hora de espera que el lactante no se movía y estaba frío, ante lo cual pidió ayuda aplicándose maniobras de reanimación en el servicio de urgencia pero sin éxito.
Preliminarmente y de acuerdo a los antecedentes aportados en el propio hospital, el lactante falleció de una insuficiencia cardiorespiratoria derivada de un agudo estado de deshidratación a causa de la diarrea que sufría.
La dirección del Hospital Regional de Temuco dispuso una auditoría interna, sumada a la autopsia que se practicó en el mismo centro asistencial al lactante, para establecer las causas de lo ocurrido.