La decisión de la justicia francesa de llevar al banquillo al ex presidente Jacques Chirac (1995-2007), de 76 años, empaña una carrera política rica y larga, que parecía coronada por la inmensa popularidad de un jubilado defensor de la ecología y del diálogo entre las culturas.
Fuente: Agencia AFP
El ex presidente de Francia, un verdadero monumento en el seno de la derecha francesa durante 40 años, conoció la decisión judicial días antes de la publicación de sus memorias. “Chaque pas doit être un but” (Cada paso debe ser un objetivo), que saldrá a la venta el 5 de noviembre, habla de su vida, desde su nacimiento hasta su llegada a la presidencia francesa en 1995.
Desde 2007 y hasta que abandonó el palacio del Elíseo, sede de la presidencia, Jacques Chirac daba una imagen de jubilado tranquilo, distanciado de los asuntos políticos y que se abstenía de hacer comentarios sobre la gestión de su sucesor, Nicolas Sarkozy, que también fue su gran rival de los últimos años.
Con un paso más lento y una capacidad auditiva mermada, Chirac sigue siendo aclamado en cada una de sus apariciones públicas. “Creo que hoy, es un poco la figura del abuelo de todos”, decía meses atrás la ex ministra de Cultura Christine Albanel.
El Chirac de 2009 es lo opuesto al joven “activo” y seductor que a principios de su carrera parecía estar dispuesto a todo para tener éxito en política.
Este hombre, ahora jubilado, es la personalidad política preferida del 76% de los franceses.