El ex senador y canciller demócrata cristiano, Gabriel Valdés confidenció sentir “debilidad” en estas elecciones por el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami, y creer que el abanderado de la Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera, será un buen Presidente.
El informe es de Andrea Gómez, de Radio Bío-Bío Santiago.
Luego de escuchar la exposición del abanderado Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera, ante el Consejo Chileno para las Relaciones Internacionales, el ex canciller demócrata cristiano, Gabriel Valdés, se dio tiempo de hacer un balance de las cartas que compiten por el sillón presidencial, haciendo un guiño a los principales rivales del abanderado de la Concertación Eduardo Frei.
Declaraciones de una de las figuras emblemáticas de la DC que no fueron vistas con simpatía por el jefe territorial de la campaña de Frei, el también DC, senador Jorge Pizarro, quien desestimó el valor de Gabriel Valdés en la Concertación.
Mientras, el presidente del PRSD y vocero de la Concertación, José Antonio Gómez, aseveró que las declaraciones de Valdés vienen a alentar la conflictividad.
Mientras, la diputada PPD María Antonieta Saa, fustigó las palabras del ex canciller y lo conminó a retirarse dignamente de la política, insinuando que está senil, tras ser consultada. Escucha sus declaraciones y su defensa en una entrevista exclusiva de Radio Bío-Bío.
En tanto, el diputado Sergio Aguiló señaló que Valdés está sufriendo demencia senil, y que sus declaraciones perjudica la campaña de Frei.
El candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami agradeció la simpatía hacia su persona confesada por Gabriel Valdés, y lo invitó a trabajar en la cartera donde ya ostentó la titularidad durante un gobierno de la Concertación.
En la misma línea se pronunció el abanderado de la Alianza, Sebastián Piñera.
Mientras, el senador de Renovación Nacional Sergio Romero, fustigó lo que calificó como un ataque bajo e inexplicable, y cree que las declaraciones desde la Concertación atribuyendo sus dichos respecto que Sebastián Piñera sería un buen presidente, a su edad, es una falta de respeto.