La ola de atentados que en poco más de 2 años dejó unos 2.250 muertos en Pakistán se intensificó en los últimos 11 días, con 8 ataques sangrientos.
Fuente: Agencia AFP / Foto: Omer Wazir en Flickr
La mayoría de los atentados de los últimos 2 años fueron atribuidos al Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TPP), aliado de la red islamista Al Qaida.
15 de octubre: Comandos armados lanzan 3 ataques simultáneos contra centros policiales deja al menos 40 muertos: 28 en acciones perpetradas por hombres armados y kamikazes contra 3 centros en Lahore y 11 en un atentado suicida, con coche bomba, contra un puesto en Kohat. Entre las víctimas, figuran 10 atacantes, 19 policías, 10 civiles y una persona sin identificar.
12 de octubre: un kamikaze ataca a un convoy paramilitar cuando atraviesa un puesto de control en un bazar en la ciudad de Alpuri, vecina al valle de Swat, blanco reciente de una ofensiva militar contra los talibanes. En este atentado mueren al menos 45 personas, en su mayor parte civiles. El ataque es reivindicado por TTP.
10 y 11 de octubre: un comando de nueve personas lleva a cabo un audaz ataque contra el cuartel general del ejército en Rawalpindi, la ciudad cuartel vecina de Islamabad, con un saldo de 23 muertos, en un sitio que dura un día y durante el cual las tropas logran liberar a 39 rehenes. Entre los muertos se señalan 11 militares, 3 rehenes y 9 atacantes. El TTP reivindica esta operación.
9 de octubre: un kamikaze lanza su vehículo cargado de explosivos contra un autobús en un mercado muy concurrido de Peshawar, matando a 52 civiles e hiriendo a más de 100. Se trata del sexto ataque en cuatro meses esta ciudad, que se encuentra cerca de la zona tribal fronteriza con Afganistán, donde el ejército recientemente lanzó una ofensiva contra los talibanes paquistaníes y sus aliados de Al Qaida.
5 de octubre: 5 empleados del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU mueren en un atentado suicida llevado a cabo por un kamikaze. Un hombre vestido con el uniforme militar logra violar las estrictas medidas de seguridad y detona los explosivos que lleva encima luego de entrar al local de la PMA, fuertemente protegido. El TTP reivindica este ataque.