Jeco Cortés vivió entre los dos y los cinco años en la Avenida Ávalos ubicada en la villa Los Industriales, Arica, donde hasta el año 1999 hubo 21 mil toneladas de basura mineral ingresada por la empresa sueca Promel, sobre las cuales corrió y jugó.
Los efectos nocivos por la contaminación de plomo y arsénico lo obligaron a hospitalizarse a los seis años por una hemorragia estomacal y a los once debió recurrir a una silla de ruedas. Hoy tiene 17 años y sufre de osteoporosis y artritis reumatoide.
Es por esto que el abogado querellante de la causa, Mario Zumelzu, celebró que la Corte de Apelaciones de Arica ordenara abrir una causa penal por lo ocurrido, y determinó que el Juzgado de Garantía tiene competencia en este caso.
Hecho que para la presidenta de la Corporación de Familias Afectadas con Polimetal, Miriam Aguirre, marcará un precedente que les permitirá judicializar este tema en caso de que las medidas propuestas por el Gobierno no les satisfagan.
El caso que quedó pendiente y también será revisado por la corte es el de otro joven, también de 17 años, llamado Álex Olivos, quien se encuentra inválido desde abril de este año por su baja densidad ósea que lo hace muy frágil, a lo que se suma una sordera.