Poner un termómetro a un bebé puede llegar a ser todo un desafío. Por ello, el británico Chris Ebejer quiso simplificar la tarea e inventó un indicador de fiebre que no es incómodo para los niños y es muy práctico para los padres. Se trata de un pijama que cambia de color cuando al bebé le sube la temperatura.
La simpática prenda está disponible en 3 colores – Rosado, azul y verde- y cambia a blanco si la temperatura corporal del pequeño excede los 37º, indica el portal Guía Infantil.
Otra ventaja del pijama-termómetro es que está confeccionado en un tejido de algodón que se estira y ajusta perfectamente al cuerpo de la guagua hasta los 2 años de edad.
El secreto del invento, que fue bautizado como BabyGlow, está en los pigmentos sensibles al calor. Sin embargo, la desventaja que ven los expertos es que no da los grados exactos de temperatura, simplemente detecta el aumento de ésta.
El revolucionario pijama estará a la venta desde Octubre en Europa.